Miembro de la Real Academia de Ingeniería

Ibrán y Adaro, dos ingenieros artífices del desarrollo industrial en Asturias

Reflexiones ante el homenaje de la Academia de Ingeniería a dos emprendedores adelantados a su tiempo

La segunda mitad del siglo XIX fue importante para el desarrollo industrial y minero de Asturias. La minería del carbón, protagonista en gran parte por su relación con la siderurgia, tuvo notables altibajos, y la transición de ferrerías y forjas a hornos altos fueron elementos que cambiaron sustancialmente el paisaje económico y social; de tal manera que el carbón y la siderurgia van unidos en la imagen industrial y minera de aquel entonces. Fue también una época de apertura de nuevas rutas de transporte y, por tanto, del desarrollo de ferrocarriles, mineros y otros.

Aquellos tiempos se asocian en Europa y fundamentalmente en Inglaterra con la segunda revolución industrial, íntimamente relacionada con la incorporación del vapor y la producción de carbón y hierro. Fue un momento de notables cambios políticos y normativos (que hoy llamaríamos regulatorios), y con importantes modificaciones y "rupturas" en los mercados, donde la competencia, el ensanchamiento del mercado doméstico y los nuevos productos suponían, en ocasiones, cambios radicales en las empresas que llevaron, entre otras estrategias, a uniones y fusiones.

Globalmente, y hasta 1875, es un periodo que el historiador británico Eric Hobsbawm ha denominado "La era del capital", lo que pone de relieve la importancia clave de los recursos económicos para poner en marcha fábricas e instalaciones de tamaños no vistos hasta entonces.

Jerónimo Ibrán y Mulá (1842-1914) y Luis Adaro y Magro (1849-1915) desarrollan en Asturias gran parte de su profesión en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. Sus contribuciones como ingenieros, emprendedores y educadores, quedan bien reflejados en los libros y análisis de economistas, historiadores e ingenieros que han abordado el estudio de la época y analizado sus biografías.

Ambos con una cultura ingenieril acendrada, abordaron temas diversos de ingeniería y empresa, y además aportaron una visión de conjunto y estratégica.

La Real Academia de la Ingeniería, en su labor de promoción de la ingeniería y de las grandes figuras de la misma, ha decidido, en el marco de sus homenajes a ingenieros que hayan fallecido hace más de 100 años, rendir homenaje a estos dos ilustres ingenieros de minas. Para ello, este martes, 27 de septiembre, tendrá lugar un acto académico que, con la presencia del Presidente del Principado de Asturias en la inauguración, se desarrollará en dos sesiones, incluyendo el descubrimiento de una escultura y placa conmemorativas.

La primera sesión será de reconocimiento a la labor de los homenajeados en el desarrollo industrial de Asturias. En la segunda se analizará la situación actual y las posibilidades de futuro, tratando de responder a la pregunta "¿Qué pueden hacer la ingeniería, la minería y la industria para el crecimiento económico?".

Hoy la ingeniería, las empresas, las instituciones y los agentes sociales debemos encontrar soluciones para el futuro.

Los puntos que caracterizan, en gran parte, la época en la que vivieron Ibrán y Adaro presentan no pocas similitudes con los cambios tecnológicos, de mercado y normativos de nuestro tiempo.

Si bien hoy en día el contexto es más global y los cambios más rápidos, también entonces se experimentaron profundas modificaciones en mercados, en técnicas, en el mundo empresarial y en el ámbito social y del trabajo.

Por tanto, la referencia y el análisis de los logros de los ingenieros objeto del homenaje, seguro que serán fuente de inspiración para el desarrollo industrial y el crecimiento económico.

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