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Las formas y la credibilidad importan: no es no

Las razones por las que el PSOE no debería abstenerse y permitir que gobierne el PP

Los recientes y tristes acontecimientos vividos en el Comité Federal del Partido Socialista nos permiten reflexionar crítica y libremente, tal como cabe exigir a quienes no se sienten meros espectadores ante las graves consecuencias que se derivan de lo ocurrido. Y es que las maniobras orquestadas desde la vieja guardia del partido, al alimón con algunos poderes territoriales -lo de "barones" debería sonrojar a cualquier socialista de bien-, y en clara connivencia con intereses mediáticos y económicos muy poderosos, han impulsado algo que la derecha viene persiguiendo desde hace tiempo: conseguir que el PSOE renuncie a buena parte de sus señas de identidad, que se pliegue a los dictados del neoliberalismo que domina la Unión Europea y que permita al PP campar a sus anchas durante otra o varias legislaturas más.

El primer dato a resaltar es que todo comienza con una excusa que ahora sabemos pueril: los malos resultados en las elecciones de Galicia y Euskadi, achacándole a Pedro Sánchez y a su ejecutiva toda la responsabilidad de lo ocurrido. Toda, pese a que ahora pretenda ignorarse que la pérdida de votos del Partido Socialista no llegó con el secretario general elegido por vez primera mediante votación individual, libre y secreta por los afiliados en julio de 2014, sino desde mucho antes. En el año 2011, con Rubalcaba al frente, el PSOE bajaba hasta los 110 escaños, con un 28,76 % de votos (59 menos que en 2008); en diciembre de 2015, ya con Pedro Sánchez al frente del partido, eran 90 los diputados socialistas elegidos, con un 22,01 % de votos (20 menos) pero con una diferencia sustancial respecto a elecciones anteriores, la aparición con fuerza de dos nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos (irrumpe un nuevo fenómeno de multipartidismo). Por último, en las elecciones del 26 de junio de este año el PSOE se queda con 85 diputados (cinco menos que seis meses antes) pese a subir ligeramente el porcentaje de votos hasta un 22,63 %. Por cierto, que de esos cinco diputados perdidos, dos correspondieron a Andalucía. Había por tanto una recuperación leve que coincidía además con un descenso electoral de Podemos (pese a la idea de "sorpasso" que no se produjo) y Ciudadanos.

Pero nada de eso importaba ya porque el objetivo era derribar a cualquier precio a Pedro Sánchez, tal como lo dejaron en evidencia compañeros con poder territorial como Vara, Lambán, Page, o Susana Díaz; e iniciar una labor "pedagógica" (sic) para que del "no es no" aprobado unánimemente en el Comité Federal, y que se correspondía con el compromiso adquirido por el PSOE ante sus electores, renovado hace apenas tres meses; se iniciase un nuevo proceso, sin debatirlo en los Órganos del Partido, de tránsito hacia la abstención para permitir gobernar al PP, el partido más corrupto y anti social en la historia de nuestra reciente democracia.

Los ambiguos "De momento no", "A día de hoy no" y similares, expresados ahora por algunos de los autores de la escabechina, no dejan de ser otra cosa que el preámbulo mendaz para ganar tiempo y "preparar" a los votantes socialistas ante lo que se avecina. Esa operación, salvo que los dirigentes provisionales actuales lleguen a comprender el alcance del desastre político que están propiciando, se hará sin consultar a los afiliados, sin convocar un congreso tal como sin ningún género de dudas señalan los estatutos del partido, y dejando en papel mojado todas las promesas realizadas por el PSOE durante los últimos años, en las que se apostaba por la transparencia y la participación, dando cumplida respuesta al compromiso de mejora continua de la calidad de la democracia. Y es que si algo ha quedado demostrado es que el acoso y derribo hacia la dirección del partido, orquestando dimisiones en la ejecutiva -¿no es milagroso que de repente 17 de sus integrantes se levantasen un buen día coincidiendo en esa actitud?- se realizó con un plan incalificable, "chusquero" (Borrell dixit), sin una mínima previsión, entregándole al PP todas las bazas posibles para hacer ahora lo que oportunamente le convenga y convirtiendo al socialismo democrático en un triste apéndice prescindible de la derecha económica y política. Ver durante estos últimos días a Rajoy hacer de "bueno", diciéndole a los gestores provisionales del PSOE que no piensa "exigir nada" para que se le permita gobernar, que el diálogo ahora es fluido, ofrece el más cruel retrato del fracaso y la irrelevancia política a la que estamos abocados si no se rectifica a tiempo. Y tiempo hay, ciertamente poco, no solo para "rebajar tensiones" y "coser heridas", sino, y sobre todo, para impedir la amnesia interesada sobre los tristes acontecimientos de las últimas semanas, para convocar un congreso donde elegir a una nueva dirección, y conseguir que los afiliados socialistas opinen sobre si ha de apoyarse o no (sin eufemismos) a esa derecha que ha recortado los derechos de millones de españoles; que ha dejado en la mínima expresión el estado del bienestar e incrementado las desigualdades a cotas desconocidas; que a día de hoy cuenta con más de 90 dirigentes imputados por sus tropelías en buena parte de España y que como partido político está siendo juzgado actualmente en los tribunales de justicia por corrupción. Nuestros afiliados, simpatizantes y votantes no permitirán tamaño desatino.

Por dignidad, por coherencia con nuestros principios y respeto a quienes nos votan, no ayudemos con una abstención, real o "técnica", del Grupo Socialista a la continuidad de otro gobierno de Rajoy.

Firman también este artículo: De Gijón: Ángeles Flórez Peón (Maricuela), Florentino Antuña Fernandez (Tino Antuña), Pedro Alberto Marcos, Ana González Rodríguez, Dorita Fernández García, Manuel Muruais Cancio, Mª del Carmen Sánchez Alvarez, Mª Dolores García Cotarelo, Julio Bruno Bárcena, Pedro Carcedo Roces, Manuel Menendez García, Ana M. Blanco Posada, Fernando Diaz Arnáiz, Iván Alvarez Raja y Juan Manuel Fernandez Bilbao. De Laviana: Aida Fuentes Concheso, Francisco Fernandez Corte y Mª Coronación Argüelles Perez (Maricusa) De Avilés: Juan Carlos Guerrero García y Juan Ignacio Malda Fuentes. De Gozón: Gregorio Amo López y María Jesús Alonso. De Langreo: Manuel Francisco Menéndez García De Mieres: Clementina Carreño Mallada De Siero: José Manuel Vázquez Fonseca De Cangas del Narcea: José Calvo Martínez De Parres: Saturnino Rodríguez Galán

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