Cada día me pongo más histérica en los autobuses. Empujones, pisotones y tirones es lo que te espera si quieres subirte a uno en hora punta.

A nadie le resultan agradables esas cosas, pero entonces ¿por qué ocurren? Supongo que no respetamos la regla de "no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran", y yo creo que esa regla es importante en muchos aspectos. Este mismo fin de semana fui a montarme a un autobús con un par de amigas cuando, de repente, sobre quince niñas vinieron cual jauría a colarse. Nos espachurraron e incluso tiraron del pelo. Me pareció una falta de respeto increíble y vergonzosa. Si hay sitios, tranquilo, que cabes en el bus; y si no, esperas al siguiente o haber venido antes.

Concluyendo, quiero pedir a todos los lectores que por favor recuerden que a todos nos gusta viajar tranquilos y que hay que demostrar modales allá donde se vaya.