Mario Antuña

Dueño de sus enfermedades

Villa siempre fue dueño de sus enfermedades. Las utilizó con prescripción facultativa o sin ella a lo largo de su trayectoria política y sindical. Cuentan que en una reunión de la ejecutiva de la FSA, en 1995, cuando intentaba convencer a Luis Martínez Noval para que fuera el candidato autonómico del PSOE, éste se excusaba por sus problemas de salud. Villa, entonces, le espetó: "¿Tas malu tú? Malu toy yo. ¡Saca les plaques, Pedro!". Pedro era Castillejo, hoy también demandado por el SOMA, y "les plaques", las radiografías de las lesiones de espalda de Villa, que portaba en una maleta.

Ahora, con una salud deteriorada, viviendo un infierno en vida, Villa es víctima de su leyenda sanitaria. La jueza que instruye el caso por apropiación indebida de fondos de su sindicato, Simonet Quelle Coto, segura conocedora de la idiosincrasia del personaje, quiere someterle a un nuevo examen neurológico que determine si está en condiciones de prestar declaración o sufre un deterioro cognitivo que se lo impide, como alega el acusado y su familia.

El historial médico de Villa y su comportamiento generan dudas razonables. Alegó un grave deterioro neurológico para evitar declarar, a la vez que firmaba un poder notarial en favor de su abogada. El notario, requerido por la jueza, afirmó después que se encontraba en posesión de sus facultades para poder otorgarlo. Un día después de que la Audiencia Provincial rechazase su recurso para no someterse a un nuevo examen médico, Villa ingresaba en el HUCA, donde permaneció una semana antes de recibir el alta. Ayer, para no acudir al juzgado y evitar esta prueba empleó un argumento legal.

La duda médica, si nada hay que ocultar, se resuelve con el reconocimiento neurológico que ordena la jueza, quien considera que Villa ya no es dueño de sus enfermedades.

Compartir el artículo

stats