Publica LA NUEVA ESPAÑA que el loro "Paco" ya está en casa. El dueño de la simpática ave cree que la decisión de los ladrones de entregar el loro se debió a que veían cómo se estrechaba el cerco de la Policía judicial de la Guardia Civil de Llanes, pues tirando del hilo, los agentes, tras un minucioso trabajo de investigación, habían llegado hasta la empresa de alquiler de coches y conocían la identidad del autor del hurto y sus tres presuntos cómplices. En resumen: habían robado al loro "Paco" y la Policía judicial se había empleado a fondo realizando un buen trabajo que concluyó con la recuperación de "Paco". Me alegro, sinceramente, por el dueño y por "Paco".

La noche anterior, en un programa de televisión llamado "Comando actualidad", veo, estupefacto, que a un propietario de una vivienda le roban esa vivienda mediante lo que conocemos como okupa, es decir, violentando cerradura y puerta, posterior cambio de cerradura y comunicación del okupa a la Policía o Guardia Civil de que vive en dicha vivienda (asaltada). El propietario realiza la pertinente denuncia, pero ya no hay remedio: nada puede hacer, pues la ley ampara al ladrón, con lo cual el propietario pasará un auténtico calvario para poder recuperar su casa, ya que no habrá ningún minucioso trabajo de investigación ni represión alguna que concluya con el desalojo ipso facto del ladrón de casas.

Al loro "Paco" no le okuparon su casa: fue desalojado él de su casa y llevado a Madrid, y felizmente recuperado y devuelto a su dueño. Al propietario no le desalojaron, sino que le privaron (mediante robo) de su propiedad. ¿Será ésta la sutil diferencia para que haya, o no, minucioso trabajo de investigación y posterior actuación? ¿O acaso yo lo entendí mal? Pero, si lo entendí bien, ¿qué hacen nuestros políticos que no cambian la ley al respecto?

Y, mientras tanto, este país, conmocionado por la supuesta "cobra" de Bisbal a Chenoa. Desde luego, esta España es única, aunque vayamos al debalu.