En corto y por derecho

"No es no", pero sin querer

En el PSOE tienen un problema con la disciplina de voto. No paran. No pueden parar desde que el concepto saltó por los aires en el Congreso con aquellos 15 noes de socialistas díscolos durante la sesión de investidura de Mariano Rajoy Brey. Tanto gusto han tomado por la votación contra corriente que hasta votan a la contra sin querer. Esta vez, eso sí, Pedro José Sanjurjo González, presidente de la Junta General del Principado, tiene disculpa. El jueves, en la jornada de clausura del debate de orientación política, se sometían a votación 146 iniciativas, una detrás de otra, y él tenía que votar, controlar qué se votaba y dirigir la votación. Tenía que pasar. Se lió con los botones y en el segundo punto de una iniciativa de Foro sobre las listas de espera sanitaria rompió sin querer la unanimidad de la Cámara y la del Grupo Socialista y emitió el único voto en contra. Lo siente, se ha equivocao, no volverá a ocurrir.

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