Alberto Menéndez

Cambio de talante

Algo ha cambiado en la política asturiana en las últimas semanas. La crispación, extrema en algunos momentos, ha dado paso a una evidente distensión, a un ambiente mucho más sosegado, un ambiente en el que, al menos en este momento, cabe la posibilidad de que los diversos partidos se sienten a negociar los Presupuestos del Principado, conversaciones que, de fructificar, facilitarían la gobernabilidad de la región después de más de un año y medio de bloqueo institucional.

Las recientes buenas palabras de cualificados representantes del PSOE, el PP, IU y Ciudadanos, llamando a la colaboración y a la negociación, hacen pensar en que es factible algún tipo de acuerdo que haga posible que Asturias tenga cuentas en 2017. Sólo parecen no estar en esta onda cooperativa Podemos y Foro, aunque también es cierto que en el caso del partido casquista se le nota cierta relajación, o quizá sería mejor decir menor belicosidad hacia el Gobierno socialista de Javier Fernández.

Que el cambio de clima en Asturias tiene que ver con el nuevo escenario político nacional es algo que no ofrece dudas, aunque siempre puede haber alguien que lo niegue. Pero es evidente que la ruptura total de relaciones entre socialistas y populares en los tiempos de Pedro Sánchez hacía imposible cualquier tipo de acercamiento entre ambas formaciones aquí en el Principado. Ahora está todo mucho más calmado, como queda patente en la entrevista con la presidenta de los populares asturianos, Mercedes Fernández, que hoy publica este periódico.

Solamente falta que, como ya sucedió con los Presupuestos de la comunidad de 2015, el presidente del Gobierno regional escoja el momento más oportuno para dar el visto bueno a un posible pacto con el PP. Y ese momento llegará cuando Javier Fernández considere que ha quedado claro ante la opinión pública que si no se alcanzó un acuerdo entre los partidos de la izquierda asturiana fue sólo por culpa de Podemos.

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