Diputado de IU

Ordenar el territorio para que Asturias crezca

La necesidad de aunar voluntades y generar consensos en torno al área metropolitana

Se termina un año que ha puesto, a iniciativa del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida y en virtud del cumplimiento del acuerdo de investidura, en la actualidad política de nuestra comunidad el debate sobre la ordenación territorial. Un debate que evidencia la necesidad de, por un lado, dotarnos de unas nuevas Directrices Regionales que superen al documento actualmente en vigor (del año 1991) y, por otro, de desarrollar unas Directrices Subrregionales que tengan como elemento fundamental la creación del Área Central de Asturias como Área Metropolitana.

Los distintos pasos que hasta la fecha se han dado desde la Consejería que dirige Belén Fernández han sido en unas ocasiones contradictorios y en otras contraproducentes. Este año que ahora empieza debe de servir para clarificar tiempos, aunar voluntades, generar consensos, definir conceptos y desarrollar, de forma continua, pero no paralela, ambos documentos de Directrices.

Para nuestro Grupo Parlamentario, es condición indispensable a la hora de abordar este interesante y necesario debate establecer por dónde empezar, algo que, por lo visto hasta ahora, parece que, aunque evidente, no lo tiene claro el Gobierno del Principado.

Cualquier iniciativa legislativa en este sentido debe afrontar en primer lugar la modificación de las Directrices Regionales, y baso mi afirmación en dos aspectos diferentes. Uno jurídico-administrativo, pues es necesario seguir una jerarquía como se recoge en el Reglamento de Ordenación del Territorio y Urbanismo (ROTU); quiere esto decir que las Directrices Regionales han de ser el documento de amparo en el que se sustenten las Directrices Subrregionales y que éstas no pueden ser contradictorias con las primeras, como también establece el ROTU.

El otro aspecto es político: no debemos desarrollar el Área Metropolitana Central hasta que tengamos desarrolladas las nuevas Directrices Regionales, porque cualquier atisbo de duda en cuanto a desequilibrios territoriales entre esa Área y municipios periféricos ha de quedar perfectamente desterrada en el marco de las Directrices Generales. Es más, el impulso de la creación del Área Central como corazón económico y poblacional de Asturias debe de servir para bombear sangre y oxígeno a los municipios rurales de nuestra Comunidad, porque en el Área se deben optimizar y liberar recursos que deberán ir destinados a otros territorios.

Una vez tengamos las Directrices Regionales concluidas será el momento de trabajar en el proceso de las Directrices Subrregionales y en la creación de la tan necesaria Área Metropolitana Central, porque las nuevas dinámicas económicas, generadas por la globalización y la consecutiva crisis del sistema capitalista, obliga a los ayuntamientos a evolucionar, a dar respuesta en su ámbito a impactos y consecuencias negativas derivadas de esa crisis y reflejadas en desempleo, desahucios, exclusión social, pobreza energética... en poner en común sinergias y esfuerzos en definitiva en materia de comunicaciones, transportes, suelo industrial o equipamientos públicos por ejemplo.

En el desarrollo de esa Área, el liderazgo debe de ser compartido entre el Principado y los Ayuntamientos -sus verdaderos protagonistas-, y no debe concebirse una idea previa en cuanto al número de municipios que la conformen; la adhesión ha de ser voluntaria y el modelo de gobernanza ha de alumbrarse desde el diálogo fluido y sincero entre el Principado y los entes locales.

Por lo tanto, hay mucha tarea sobre la mesa en esta materia y debe abordarse de forma ordenada pero ininterrumpida: 2017 debe ser el año unas nuevas Directrices Regionales y de la creación del Área Metropolitana Central, 2017 debe ser el año en el que ordenemos nuestro territorio para que Asturias crezca.

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