Lo ocurrido con el Presupuesto del Principado de Asturias, apoyado con el voto del Partido Popular, no es un hecho casual. Forma parte de la estrategia montada a nivel del Parlamento nacional, donde, después de negarle los socialistas el pan y la sal a Rajoy, han terminado por hacerse pareja de hecho.
Porque los acuerdos alcanzados después de la abstención de la gestora, para la investidura del triste presidente, pretenden reafirmar el bipartidismo y convertir al PSOE como único referente de la oposición, ninguneando a los partidos emergentes y en particular a Unidos Podemos, pues Ciudadanos se conforma con las migajas.
Para ello al PSOE no le importa dejar por el camino los cadáveres que hagan falta -veremos cómo lo paga-, pues en la subida del SMI, que ya había aprobado el Parlamento, obvió a los sindicatos y en el apaño sobre pobreza energética ningunearon el acuerdo parlamentario de un gran pacto nacional y no escucharon las demandas de los colectivos sociales, dejando un problema social tan grave en no cortar la luz dentro de tres meses.
Supongo que seguirán dándose más compromisos entre los dos partidos, en ese afán doble de resucitar el PSOE y evitar que el Gobierno cumpla los mandatos que la mayoría parlamentaria le impone. Gran alivio para Rajoy y lamentable espectáculo de la gestora socialista.
Como consecuencia de esas nuevas relaciones del presidente Javier Fernández, se ha visto un cambio de actitud del PP asturiano comandado por su presidenta, que ha adoptado una actitud tan condescendiente que a veces raya en lo cómico.
Por lo tanto, la escenificación de negociación presupuestaria que se ha dado en Asturias ha sido un puro teatro para justificar algo que ya se sabía de antemano, los populares le iban a devolver el favor al presidente de la gestora. Este matrimonio de conveniencia seguirá dando sus frutos y pone en la picota el apoyo dado por Llamazares a la investidura del señor Fernández.
Ésta, creo, es la razón de que la dirección colegiada de IU Asturias haya decidido romper esta dinámica, acordada en su día por IU Xixón, negándole el apoyo al PSOE por el resto de la legislatura. No se puede estar en los tiempos que corren en la procesión y tocando las campanas, pues la ciudadanía se merece un respeto. Al menos la que vota por cambiar la política aplicada hasta ahora.
