Llamar a las puertas de la Consejería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente en Asturias para que te resuelvan un problema es más difícil que erradicar el hambre en el mundo. Los usuarios del puerto de Viavélez lo sabemos bien, llevamos reivindicando la instalación de unos pantalanes de temporada desde hace una década y a la vez un servicio de agua y eléctrico del que no disponemos.
Nos prometen, nos dan incluso plazos, pero no ejecutan lo que se comprometen a realizar. En su lugar se preocupan de que no aireemos estas deficiencias, entiendo que será para no manchar más la ya muy mermada imagen de la que hacen gala. ¿Acaso hay necesidad de mentir de una forma tan desvergonzada para acallar nuestras quejas y demandas?
Estoy seguro de que está actitud es tremendamente inmoral, lo que la convierte posiblemente en indecente. Deberían nuestros gobernantes reflexionar sobre las consecuencias de sus actos y recordar la naturaleza de sus cargos, que no es otra que la de servicio a la ciudadanía, que claramente cuando no es vocacional ocurre lo que tristemente está pasando. El resultado: abandono, olvido, desatención, descuido... En definitiva, auténtica negligencia.
Sólo esperamos por el bien de todos que algún día tengamos unos gobernantes dignos, alejados de toda esterilidad funcional y que velen por nuestro bienestar, se preocupen por nuestras necesidades y no por su propio estatus político y económico.
