Héctor Piernavieja Cachero, biólogo y diputado regional de Podemos, está que no para con Sogepsa. Tras haber solicitado al Gobierno autonómico la relación completa de los jamones y chuletillas adquiridas por la Sociedad Mixta de Gestión y Promoción del Suelo desde 2004 hasta la actualidad, ayer mismo "constató" la "descomposición" de las personas que en su día formaron el núcleo duro de la entidad. Pero no me sea malpensado, estimado lector. En realidad, el parlamentario mierense no se refiere a engorrosos problemas estomacales, sino a los ceses que se están registrando en la cúpula de Sogepsa en los últimos meses. El primero en caer guillotinado por Belén Fernández González, la consejera de casi todo y, como no podía ser de otra forma, presidenta de la entidad regional del suelo, fue José María Quirós Zarauza. El gerente, con un sueldín de 80.000 euros anuales, llevó las riendas del organismo mientras, cual hormiguita, iba acumulando la nada despreciable cantidad de 150 millones de euros de deuda. Ahora, le ha tocado el turno a Rafael González del Santo Fernández, director de los servicios jurídicos de la sociedad. Se trata de un despido rodeado de "oscurantismo" para un Piernavieja que no considera "casual" haber solicitado la titulación de los trabajadores de Sogepsa en el año 2015 justo antes de que se produjera la destitución del letrado.
En corto y por derecho
