Quizás sea por eso de comenzar también por "A", pero los graves problemas a los que se enfrentan los asturianos son compartidos por los residentes en el Estado norteamericano de Alabama. También a ellos, como a nosotros, se los come la naturaleza, les invade la sebe, les conquista el matorral, les asalta la fiera salvaje a la vuelta de la esquina. Los alabameños se encuentran cada vez con más frecuencia con osos negros. Tal es así que también las autoridades han publicado recomendaciones en caso de que incautos paseantes se topen con un oso en su camino. La primera de las sugerencias es la de "no asustarse", algo ya de por sí complicado. Tampoco recomiendan acercarse al animal, lo cual parece bastante obvio. Otras propuestas coinciden con las de los expertos asturianos, como hacer ruido y no moverse bruscamente ni salir corriendo. ¡Qué fácil es decirlo!