La columna del lector

El Sespa y las pediatras

La mayoría de los pediatras de la sanidad asturiana son mujeres, y cerca de la mitad, en el ámbito hospitalario.

En el tribunal recientemente designado para acceder a una plaza hospitalaria sólo representan un 17 por ciento, o sea, una de seis entre vocales y presidente; y una de seis entre los suplentes (BOPA 18/02/2017). La proporción fue idéntica en la anterior convocatoria, del año 2010.

Supongo que las designaciones han sido fruto de un serio proceso reflexivo por parte del presidente del tribunal y de la dirección de profesionales del Sespa, teniendo en cuenta la base reguladora de la composición del tribunal (BOPA 30/11/2016). Sin duda habrán buscado pediatras óptimos, cumplidores de los principios de "imparcialidad y profesionalidad" y representativos de diferentes áreas sanitarias... ¡Lástima! A pesar de todos sus esfuerzos, sólo han conseguido encontrar dos mujeres pediatras que cumplieran estos requisitos. Se han visto obligados a incumplir la "presencia equilibrada de mujeres y hombres" a la que hace referencia su base sexta. Es poco probable que este incumplimiento haya sido un descuido, por lo que imagino que les sobran razones "fundadas y objetivas". ¡Sería bueno conocerlas! De ser cierta la ausencia de imparcialidad y profesionalidad en el mundo femenino de la pediatría, podría ser prudente que los niños asturianos fueran atendidos en los hospitales preferentemente por varones.

Quizá las mujeres pediatras no sean tan incompetentes y hayan evitado designarlas, considerada y solidariamente, para que puedan dedicar su tiempo y energía a otras actividades para las que pudieran estar mejor diseñadas genéticamente: tareas del hogar, cuidados de los hijos...

Los sindicatos del ramo parecen compartir hasta el momento la "consideración y solidaridad" mostrada por la dirección de profesionales del Sespa.

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