Coordinador de IU en Asturias

Una voz única y fuerte para defender Asturias

La necesidad de actuar con altura de miras para afrontar los nuevos desafíos que asoman en el futuro

¿Por ventura es la sociedad otra cosa que una gran compañía, en que cada uno pone sus fuerzas y sus luces, y las consagra al bien de los demás?" Jovellanos.

Asturias se la juega. Nuestra comunidad afronta un momento histórico crucial. Las decisiones y estrategias que se adopten en los próximos años van a marcar el futuro de las siguientes generaciones de asturianos. Debemos reconocer que ya no sobreviviremos con las inercias del pasado; sin nuevos tractores de futuro las amenazas que ya se vislumbran nos llevarán seguramente a la decadencia: pasar en breve de ser una comunidad que sufre una mala coyuntura a convertirnos en una tierra estancada estructuralmente.

El envejecimiento es algo más que un síntoma. El alto índice de envejecimiento y la escasez de población activa de nuestra comunidad, alcanzan valores insostenibles. No podemos resignarnos a ver con normalidad cómo nuestros jóvenes más cualificados abandonan Asturias porque aquí no encuentran su sitio. El declive económico y social se produce porque una parte de los sectores económicos que la sustentaban y permitían dar equilibrio a un millón de habitantes, directamente ya no existen. O reconocemos que hace falta un importante revulsivo para hacer sostenible económica y demográficamente nuestra comunidad o caeremos en el pozo de la creciente sangría poblacional y el empobrecimiento económico e intelectual del capital humano de la Asturias interior.

La nueva Asturias, un reto estatal. Asturias ha aportado mucho históricamente al progreso del Estado, sosteniendo sectores básicos como el energético y el industrial a costa de pagar un alto coste en degradación ambiental y penalidad laboral, cuando no directamente la muerte en los tajos. Algunas autonomías sostienen que debe serles abonada una "deuda histórica". No es fácil que presenten para ello más sólidos argumentos que los que podemos plantear los asturianos. Asturias no puede afrontar el convertirse en una suerte de macro residencia de mayores, visitada ocasionalmente por emigrantes descendientes de esos mayores que vuelven de visita o veraneo. Revertir esto es un reto de todo el Estado y uno de los desafíos, entre otros, de la Unión Europea

Las infraestructuras pendientes como símbolo. Toda colectividad que busque reivindicarse necesita referentes. Asturias ha padecido secularmente el problema económico y psicológico del aislamiento. Durante muchas épocas pareció una auténtica isla. Pensando en positivo, en una nueva época, ese problema tiene que pasar ya de manera definitiva y a corto plazo a los libros de historia. Sólo se hace necesario que las administraciones cumplan lo que una y otra vez comprometieron de manera formal y solemne, especialmente la administración central. Los planes del Estado para Asturias, que aparecen en documentos con membrete oficial, deben cumplirse sin más dilaciones. Si no se aprueba ya un calendario ágil y razonable, no sólo se estarán atacando los intereses económicos de los asturianos, también se estará impugnando su dignidad.

Por eso Asturias debe interpelar al Estado con una voz única y fuerte, para ello tiene que surgir una alianza amplia y plural, política y social, que ponga el interés de Asturias por encima del partidista y que exija realidades, con seriedad y con firmeza al gobierno central de turno sin mirar el color de su camiseta, al menos por una vez.

Asturias y el futuro. Unamos esfuerzos por y para Asturias. Cambiemos de época, generemos un nuevo tiempo y una nueva arquitectura política en la que el denominador común supere al habitual "máximo común divisor". Demostremos que los representantes políticos podemos estar a la altura de aquellos a los que representamos. Unámonos por Asturias, hagamos normal en política lo que ya es normal en la calle: sentido común, interés colectivo, beneficio compartido... Hay fatiga de disputa política estéril. Alcemos la vista hacia un futuro posible y empecemos a construir en común una Asturias que tenga nombre propio en España y en Europa.

Compartir el artículo

stats