El compromiso con Asturias y los asturianos es el principio básico y el eje vertebrador del Partido Popular de Asturias. Nuestro amor por esta tierra, su historia, su cultura, sus símbolos y tradiciones es nuestro motor. Y, como no puede ser de otra manera, ahí incluimos nuestra lengua.
El único gobierno que ha hecho algo real, concreto y efectivo por el asturiano en la historia de la democracia fue un gobierno del Partido Popular, que aprobó la Ley de Uso y Promoción del Asturiano en 1998. Dicha Ley supuso un blindaje de nuestra lengua y una apuesta por fortalecerla y extenderla a todos los rincones de nuestra región mediante las instituciones, el sistema educativo y cualquier herramienta útil y necesaria para una lengua.
Ni socialistas, ni comunistas ni los que pegan estrellas rojas a las banderas de todos los asturianos han hecho nada desde las instituciones por nuestra lengua. Absolutamente nada. Basta ir a la hemeroteca para rescatar un sinfín de descalificaciones, desprecios y declaraciones ofensivas de diferentes miembros de los gobiernos socialistas asturianos contra el bable a lo largo de los últimos 30 años. Y esto lo saben muy bien académicos, escritores, quienes hablan bable y quienes lo han defendido.
El asturiano no es una lengua cooficial y tampoco existe demanda social para que alcance esta condición, por lo que estamos ante una lengua protegida, patrimonio de nuestra cultura, que debemos cuidar, cultivar y difundir. Por ello, desde el Partido Popular de Asturias defendemos el contenido de la Ley de Uso del 98 y exigimos su estricta aplicación. Y si algunas fuerzas políticas consideran que esa ley hay que modificarla, actualizarla o mejorarla, pues que lleven el debate al Parlamento y allí debatiremos y votaremos lo expuesto, estando abiertos al diálogo y a posiciones constructivas de entendimiento.
Lo que el Partido Popular de Asturias no puede consentir bajo ningún concepto es la vulneración de la Ley y de nuestro Estatuto de Autonomía. Y ni la Ley ni el Estatuto de Autonomía dicen que el asturiano es una lengua cooficial, por lo que no podrá ser una lengua vehicular de nuestro sistema educativo.
Por lo tanto, el plan piloto del asturiano como lengua vehicular que el Consejero pretende colar en nuestro sistema educativo es ilegal, porque impartir Ciencias Sociales o Ciencias Naturales en asturiano no se ajusta a la Ley. Debe ofertarse el asturiano en todos los niveles educativos -algo que ya se hace- y que sean los alumnos y sus familias quienes elijan libremente si quieren estudiarlo o no. Por cierto, debería haber más opciones para elegir en la etapa de Primaria, como una segunda lengua extranjera o las nuevas tecnologías de la información.
Esta postura, de sentido común, que defendemos desde el Partido Popular no supone estar contra el asturiano, supone estar con el cumplimiento de la Ley. Así que dejémonos ya de mensajes fáciles y esos tópicos recurrentes que tanto gustan a algunos para empequeñecer el debate. Tal parece que lo que dicen defender les importa poco y lo que realmente buscan es dañar al "enemigo político", siempre situados en la trinchera.
El gobierno socialista asturiano sabe que ese plan piloto no cumple la legalidad y que están entrando en un callejón sin salida que no busca fortalecer o promocionar nuestra lengua, solamente crear tensión política y crispación social con meros fines electorales. Es decir, el gobierno de Javier Fernández está utilizando el bable para enfrentarnos y desunir, justamente la función contraria que debe cumplir una lengua y justamente lo que él tilda de enorme irresponsabilidad en otros sitios de España.
Los asturianos no debemos consentir que Javier Fernández oculte la incapacidad y la inacción de su gobierno, así como los problemas internos de su partido, utilizando nuestra lengua como cortina de humo para desviar el foco mediático y el debate político. Flaco favor le está haciendo al asturiano y a nuestra cultura.
