Diputado del PSOE por Asturias en el Congreso

Por qué Susana

Argumentos para optar por la candidatura de la presidenta andaluza frente a las de sus rivales en las primarias del PSOE

Las primarias del PSOE adquieren velocidad de crucero. Han anunciado ya su candidatura Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez. Será entre los tres la elección que deba hacer cada uno de los militantes socialistas.

Hice pública, hace algunos días, mi elección. Votaré a Susana. Fundamentalmente porque aporta, a mi juicio, tres sólidas razones: Fuerza y valentía, confianza e identidad, autonomía y proyecto.

La fuerza de su liderazgo personal e institucional unido a su valentía al presentarse, es la primera de ellas. Un liderazgo que se concreta en ser Presidenta autonómica socialista de Andalucía con un buen porcentaje de apoyo popular. Sin embargo ello no le lleva a mantenerse en la cómoda situación que disfruta en su Comunidad. Susana, al presentarse, arriesga y mucho, personal e institucionalmente. Lo hace con arrojo y consciente de los efectos de su decisión.

Ofrece también su candidatura confianza e identidad al socialismo español. La confianza de volver a unir, al partido, en un PSOE reconocible por los millones de españoles que nos votan y de aquellos otros que, queriendo hacerlo, no lo han hecho por no sentirse identificados con nuestra trayectoria estos últimos años. Una gran parte de nuestra ciudadanía demanda de nuevo el socialismo que hizo posible la transición, la modernización de España, nuestra integración en Europa, el Estado del Bienestar y las libertades civiles que disfrutamos hasta el 2011. Y el ADN de todo ello está en los gobiernos de quienes la acompañaron en la foto del pasado domingo: Felipe y Zapatero, Guerra y Rubalcaba.

Asegura también, su propuesta, autonomía y un proyecto político progresista y transformador para la España de hoy. "No pactaré ni con el PP, ni con Podemos", prometió en las últimas elecciones autonómicas andaluzas. Y lo cumplió a costa de sufrir una agobiante oposición de ambas fuerzas políticas. Nada de confluencias con una izquierda radical que solo aspira a subordinar al PSOE a su estrategia, hasta diluirlo como hizo ya con Izquierda Unida. Y oposición firme al PP con un proyecto para combatir radicalmente la pobreza y desigualdad generada por las políticas populares; batallar contra el racismo, la xenofobia y el euro escepticismo de los populismos, y pelear por un modelo de país con igualdad de derechos para todos, compatible con su pluralidad de lenguas, cultura e historia, pero incompatible con aventuras independentistas que solo consiguen desgarros personales y políticos.

Por eso apoyo a Susana. Sin que ello reste un ápice al aprecio fraternal y personal que siento por Patxi y por Pedro.

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