Pepe el Marismeño, cantante y músico, y Susana Díaz, política y aspirante a la secretaría general, tienen muchas cosas en común. Son de la misma quinta, separados por unos meses (él, de 1973; ella, de 1974). Ambos son andaluces: Pepe, onubense; Susana, sevillana de Triana. Los dos fueron niños prodigio: ella, haciendo precoz carrera en las Juventudes, y él desde pequeñín sobre los escenarios. A tenor de las fotografías que ilustran estas modestas líneas, son aficionados al verde en el vestir, al gusto ante los micrófonos y a la media melena clara. Son como dos almas gemelas (o eso creen en la cuenta de Twitter @comodosgotas) de parecido más que razonable -con perdón de su señoría Díaz-, pero no sabemos si el Marismeño apunta su voto al socialismo y si, en caso de que así fuera, daría su apoyo a Susana en las primarias de los cuchillos largos.