Recientemente, el Gobierno de España ha decidido suprimir la asignatura de Literatura Universal del Bachillerato y, por consiguiente, de la selectividad. Una vez más, los actuales representantes de este país han optado por dañar, aún más si cabe, el sistema educativo (y, concretamente, las Humanidades).

Personalmente, no entiendo por qué se infravalora tanto esta modalidad sin hacer un previo uso de razón: la Literatura Universal, a mi juicio, es una materia muy importante, y especialmente para los que, posteriormente, deciden cursar unos estudios de Grado relacionados con la literatura y con el campo filológico. Yo misma he escogido Literatura Universal como optativa en segundo de Bachillerato porque quería estudiar el Grado en Lengua Española y sus Literaturas (estudios universitarios que estoy realizando actualmente), y creo que, de no haber existido dicha asignatura, habría tenido una peor formación para mis estudios actuales. De hecho, en mi Grado no tenemos Latín, que, a mi juicio, es imprescindible, porque hay que leer obras de la época medieval que contienen expresiones latinas, y algunas de ellas las desconozco, no sé qué significan cuando no debería ser así, porque la base del Bachillerato no es suficiente; aparte que esa base no la tienen todos los estudiantes, ya que cada uno escoge las asignaturas que más estima oportuno en ese momento.

La decisión del Gobierno me parece un tanto descabellada por un sencillo motivo: todas las materias son igual de importantes, y no comprendo por qué tanto recorte. Para los estudiantes de Filología, la literatura medieval es igual de necesaria que, por ejemplo, la anatomía para los estudiantes de Medicina. Y, bajo mi punto de vista, no se nos puede privar del conocimiento que nos puede ser útil e interesante. Ojalá que, en un futuro, se mantenga la asignatura de Literatura Universal y que aquellos estudiantes interesados puedan optar a ella.