Con fecha 21 de mayo de 2017, leo en este diario que el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, señor Sánchez Ramos, propone cambiar el Día de Asturias del 8 de septiembre al 25 de mayo, coincidiendo dicha jornada con el levantamiento de los ovetenses en armas contra el invasor francés.

Desde el respeto que me merecen todas las conmemoraciones sean del índole que sean, creo que la opción del edil ovetense es un agravio al resto de los asturianos por la connotación más ovetense que regional del acto en cuestión.

Tal vez, si es que quiere festejar o conmemorar esa fecha, la solución pase por cambiar San Mateo, que también es una fiesta religiosa, por esa fecha del 25 de mayo y que al parecer considera tan importante.

Yo, como asturiano, sí me siento representado ese día 8 de septiembre en la fiesta regional de Asturias, sin embargo, no me sentiría representado si dicha fiesta fuera el 25 de mayo, ya que conmemora un hecho en una ciudad determinada, y sin duda todos los pueblos y ciudades de Asturias tendrán alguna efeméride que podría en todo caso, y viendo la petición del señor Sánchez Ramos, ser acta para conmemorar nuestra fiesta regional.

Cambiar por cambiar o sencillamente por llamar la atención no es más que un síntoma de aburrimiento, y la verdad es que tanto tiempo en lo mismo sí puede llegar a aburrir.