Carlos Slim Helú, el quinto hombre más rico del mundo (63.500 millones de dólares, según la lista "Forbes") y dueño del Real Oviedo, no es sensible al rollo secesionista y por eso la pasada semana, poco antes de que Carles Puigdemont Casamajó, president de la Generalitat de Catalunya, llevara Tranquimazin a los empresarios en la reunión del Círculo de Economía de Sitges (entre los que se encontraba Dimas Rodrigo Gimeno Álvarez, presidente de El Corte Inglés), el empresario mexicano convocaba la junta de accionistas de FCC en Madrid, algo que sucedía por segunda vez en la historia de la constructora.
Se alegaron razones de ahorro para esta convocatoria, pero se ha añadido un cambio en el artículo 4 de los estatutos sociales de FCC: donde se dice que la sede social está en la calle Balmes, número 36, de Barcelona, se añade: "El consejo de administración queda facultado para cambiar el domicilio social dentro del territorio nacional", en referencia al español, donde FCC tiene 50.000 empleados.
Cuando se acaben los motivos de ahorro y el Real Oviedo suba a Primera División -un sueño de los que quitan el sueño- será el momento de convocar la junta de accionistas en Oviedo y darle alegría al palco del Tartiere cuando jueguen el Madrid y el Barça.
