Bienvenidos a Poreñu. Espero que la estancia entre nosotros os resulte sumamente gratia y que guardéis vuestra visita a Poreñu como un agradable recuerdo.
Teneros hoy aquí nos hace inmensamente felices. Compartir esta celebración con todos los presentes, nos llena de satisfacción y colma nuestras aspiraciones. Queremos que sepáis que este será sin duda el día más grande y emocionante que haya vivido Poreñu.
Majestades, en estos momentos de agobio, permitidme que en nombre de nuestro pueblo, manifieste nuestra satisfacción por la forma decidida y justa en la que representáis nuestra España, más democrática y firme que nunca.
Los vecinos de Poreñu debemos agradecer a la Fundación "Princesa de Asturias" el premio concedido. Nos sentimos sumamente reconfortados y validados en nuestras iniciativas. Nuestro agradecimiento será eterno.
Prometemos honrar y respetar el galardón que acabamos de recibir. Poreñu quiere ser agradecido y si ha merecido este honor, se debe en buena medida a que ha encontrado colaboración y estímulo en infinidad de personas, agrupaciones, administraciones públicas y medios de comunicación, a quienes tenemos presentes. Sus nombres ya han sido incorporados a los de la comunidad de Poreñu.
Compartimos con ellos nuestra alegría y con el respeto de vecinos del concejo de Villaviciosa y nos honra, que años después, podamos seguir los pasos de Cubera.
Estamos hoy aquí reunidos en Poreñu, pero estimamos que algo nos falta, ya que algunos de sus vecinos se encuentran ausentes muy a su pesar. Aquí y ahora, les decimos que están muy presentes y que les recordamos constantemente. Su presencia nos reconforta y alegra a la vez, además de animar durante su estancia las calles del pueblo. En estos momentos, las distancias se acortan y nos sentimos arropados por ellos.
Poreñu es un pueblo con una historia muy rica, tal como queda recogido en parte en la reciente obra titulada "Poreñu, Coto y Señorío", que Álvaro Solano Fernández-Sordo tuvo la amabilidad de escribir o por los apuntes sueltos publicados en prensa regional, que nos la desgranan y enriquecen.
Los vecinos de Poreñu trabajamos codo con codo en un intento constante por mejorar nuestra vida y encontramos como mejor fórmula para ello, la unión vecinal, que no es otra cosa que le trabajo colectivo en beneficio de la comunidad. Esta es quizá, nuestra principal seña de identidad, aparte de la laboriosidad de cada uno de nosotros. ¿Cómo íbamos a pensar que es quehacer tan nuestro, tan rutinario quizás, fuera el que nos aupara a tan ansiado logro?
Por los verdes prados de Poreñu, aún se pueden ver vacas pastando, principal fuente de ingresos en su momento, aunque ahora ese campo dé señales de ciertas carencias y ello acarree que su juventud deba alejarse del pueblo y sin ellos, Poreñu languidece poco a poco.
Poreñu, a su manera, intenta buscar nuevos horizontes, tanto es así que puntualmente convoca espacios en los cuales debatir y analizar ese incierto futuro. La antigua escuela ya no cumple el fin para el cual fue concebida por falta de alumnado suficiente y entonces los vecinos de Poreñu la hemos adecuado y reconvertido en local social, en la que poder echar una parrafada o alguna que otra partida a las cartas y al parchís. Reunimos también una muestra etnográfica a base de revolver por los hórreos que aún resisten el paso del tiempo y por los desvanes del pueblo; cuenta con una amplia colección de fotografías que muestra imágenes desde principios del siglo pasado y de las diferentes actividades que desde la asociación de vecinos se organizan; los anaqueles de la biblioteca albergan algunos cientos de libros que abarcan distintas ramas del saber. A todo ello unimos días especiales, como pueden ser la fiesta del Pilar, la Candelaria, el magüestu o los homenajes que el día del socio dedicamos a nuestros mayores en reconocimiento y agradecimiento a sus grandes fatigas.
Todas estas cosas nos mantienen activos y animan la convivencia social del pueblo y refuerzan el espíritu solidario. Nuestra constante motivación nos hace estar siempre pendientes por alcanzar nuevas metas que permitan a los vecinos unas mejoras que les hagan más fácil y cómoda la vida en Poreñu, con la aspiración además, de que nuestros hijos y nuestros nietos, si así lo estimaran, puedan vivir en esta parte de Asturias, ahora ya no tan olvidada o apartada.
Este premio "Pueblo ejemplar" de Asturias es un revulsivo muy especial que nos transmitirá fuerza y constancia en el empeño.
Hoy, las emociones que sentimos, andan libres y sueltas. Mañana, una vez transcurrido este histórico día, volveremos a la rutina cotidiana. Pero ya nada será igual. Algo habrá cambiado nuestras vidas, algo que perdurará en el recuerdo y alimentará nuestras largas noches invernales.
Majestades, un ruego: transmitid nuestro cálido y respetuoso afecto a la Princesa de Asturias, sin olvidarnos de su hermana la Infanta, a la que igualmente saludamos respetuosamente.
