¿Asturias, "paraíso natural"?

La necesidad de prevenir y educar para evitar incendios

Vivimos en un país en el que la falta de conciencia sobre los incendios forestales es tal que no somos capaces de ver la grave repercusión que tienen sobre la naturaleza y los ecosistemas. Nuestros montes, ricos en biodiversidad, suponen una fuente importante de oxígeno, además de un importante freno al evidente/inminente cambio climático.

Las zonas afectadas por los incendios tardan en recuperarse hasta 100 años, y transcurrido ese tiempo habremos perdido mucho más de lo que podríamos haber ganado.

En el mes de octubre se originaron 35 incendios en Asturias, coincidiendo con la época de riesgo de incendio más alta en la cornisa cantábrica. Aunque BRIF, Guardería Forestal y Bomberos de Asturias 112 hicieron todo lo posible por mitigar los principales focos, éstos se vieron desbordados al atender las incesantes llamadas que les llegaban, minuto a minuto, desde cualquier parte del Principado.

Los gobiernos se muestran impasibles ante el problema; los efectivos en situaciones cruciales como las vividas la semana pasada, donde toda ayuda es poca, son escasos. ¿Cuál será el punto límite para darnos cuenta?

No es anecdótico que la cantidad de incendios ascienda año tras año en periodos de sequía, que se ven agravados por vientos de componente Sur (cálidos) que hacen que se propaguen más rápidamente y sean casi imposibles de controlar.

¿Cómo entender que se incrementen el número de incendios y la superficie quemada en tan pocos años? Todos sabemos que entre las principales causas de los incendios interviene el factor humano.

Es un hecho que viene propiciado por factores como: el éxodo rural que se traduce en un abandono del monte, la mala gestión administrativa de bosques y montes, la plantación de monocultivos de especies pirófitas (eucalipto y pino) que favorecen la propagación del fuego, la falta de sensibilidad sobre la importancia de los ecosistemas o los intereses económicos que propician quemar terrenos para su posterior recalificación.

No se trata de actuar, sino de prevenir, "el mejor ataque es siempre una buena defensa" y la solución puede que no sea inmediata. Si establecemos sólidos pilares basados en prevenir y educar: "Invertir en la prevención" más que en su extinción, y "educar en la prevención" a las jóvenes generaciones.

Podemos ganar una batalla más que importante, no solamente en la protección de nuestros montes, sino también en la preservación de la biodiversidad que define al Principado de Asturias como "paraíso natural".

La posibilidad de cambio y mejora está en nuestras manos. Conocemos las causas, conocemos las pautas a seguir, sólo debemos aplicarlas y valorar la naturaleza tal y como se merece, porque según el artículo 45 de la Constitución española: "Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo".

Este artículo está firmado por la profesora Teresa F. Ortolá y los alumnos Darío Avello, Diego Fernández, Borja Vázquez, Lara Niño, Jennifer Álvarez, Aida Groeiro, José Carlos Fernández, Víctor González, David Martínez, Carlos Álvarez, Tomás Menéndez, Víctor Pérez y Nerea Grana, alumnos del Ciclo de Gestión Forestal y del Medio Natural del IES Concejo de Tineo.

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