Coordinador IU Asturias

Cuatro reglas de cuentas

La unión de fuerzas políticas ante la negociación presupuestaria para impulsar iniciativas útiles

¿Recuerdan las cuatro reglas? Quizá porque ya tengo unos años, siempre oí que esas cuatro operaciones matemáticas eran básicas en la vida y, a medida que pasa el tiempo, más me doy cuenta de su importancia y de su plena actualidad, también en política. No se trata de un curso acelerado de aritmética, pero sí que traeré aquí la suma, la resta, la multiplicación y la división, cuatro operaciones tan básicas como socorridas para desenvolverse en la vida.

Para IU es imprescindible la suma, la adición. La lógica dice que siempre es mejor el acopio de fuerzas para alcanzar cualquier objetivo. Y eso es lo que proponemos en la negociación presupuestaria. Cuando hace unos meses comenzamos a hablar de sumar por la izquierda, con una primera operación, añadiendo a nuestros diputados los de Podemos, o a la inversa, si se prefiere; lo hacíamos porque, sin duda, de cara a defender una propuesta progresista y de cambio, siempre será más fácil desde una posición de igualdad que desde una de inferioridad numérica. El PSOE cuenta con 14 escaños, 9 Podemos y 5 IU. ¿Alguien puede decir que es mejor la bilaterialidad de 9 ó 5 a 14, que la igualdad, de tú a tú, de 14 a 14? Yo, como coordinador de IU, desde luego, tengo claro que la suma nos da más fuerza.

Es imprescindible percatarse de la importancia del consenso, de la suma: es obvio que cada fuerza es autónoma y que hay muchas cosas que nos diferencian, pero que son más las que nos unen. Olvidarlo es restar y cuestionar que unidos podemos más, como demostramos en el Congreso, en las pasadas elecciones.

Cuanto más sociales, progresistas y de cambio sean los presupuestos, más ambiciosos podremos ser en la transformación de Asturias. En IU estamos convencidos de que la unión hace la fuerza y de que los 14 escaños de IU y Podemos en una negociación multiplicarán las posibilidades de lograr un presupuesto a la medida de las necesidades y expectativas de los asturianos y las asturianas.

Ya los griegos y luego los romanos lo ponían en práctica: dividir para vencer. El problema es que en esta operación es la gente la vencida. ¿Quién ha ganado en la división de la izquierda? Ese pequeño estrato de población que paga impuesto de sucesiones (un 5% antes del acuerdo de PSOE y PP y que se ha quedado en tan solo un 1% tras esa modificación legislativa), los poderosos, los que no necesitan políticas sociales, ni de empleo, ni siquiera la democracia. Dividir es ponerle la alfombra azul a un hipotético gobierno de Mercedes Fernández y del PP.

Por eso necesitamos la suma de fuerzas, para reforzar el polo del cambio político, que es el que puede permitir impulsar políticas útiles para los intereses de las y los trabajadores, tal y como los propios sindicatos de clase demandan.

La izquierda debe ser capaz de poner los intereses de la gente por encima de tacticismos y postureos. Sumar aquí es multiplicarse, algo imprescindible para reforzar las políticas sociales y los servicios públicos, con un presupuesto con esa finalidad. Fracasar supone favorecer que el programa regresivo en lo fiscal, en lo social y en lo económico que plantea la derecha asturiana, encabezada por el Partido Popular, acabe triunfando en Asturias, una Asturias en situación ya casi parálisis ante la falta de impulso del Gobierno regional.

Dividir la negociación para el Presupuesto es restar fuerzas, en una táctica incongruente con la lógica estatal y que causa confusión, restando credibilidad y fortaleza a la estrategia del giro a la izquierda y del impuso de la agenda de cambio, debilitado en esa división.

Decía que necesitamos sumar para multiplicar; otra cosa es restar y peor, dividir, porque, nuevamente, la izquierda verá sus fuerzas diezmadas abriendo la puerta a la derecha en las próximas elecciones, ante una legislatura perdida. Si no llegamos a acuerdos, si no sumamos, será tanto como tirar por la borda todas las esperanzas de cambio que expresó el pueblo asturiano en las últimas elecciones y que se reflejan en los 28 diputados y diputadas progresistas de la Junta General. La ciudadanía muestra ya su fatiga a polémicas estériles y por eso, desde IU, apostamos por el máximo consenso de la izquierda y en eso trabajaremos, manteniendo, desde luego, nuestra autonomía y nuestra decisión de buscar acuerdos, de 14 a 14 si es posible, o en solitario si no hay alternativa.

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