Empresario

Refutando falacias

Argumentos en contra de algunos "falsos mitos" sobre la cooficialidad

Sobre la tan debatida cuestión de la Lengua Asturiana, y, en este momento concreto, sobre su posible cooficialidad, se está consiguiendo, a base de ser repetidas, que determinadas afirmaciones falaces se consoliden en los medios, los debates, y, me temo, en algunas mentes.

Brevísimamente, para no aburrir, y porque no hace falta mucho espacio, paso a comentar las objeciones más frecuentes argumentadas contra una posible cooficialidad del asturiano.

"Lo que buscan es adoctrinar, y, detrás, va el nacionalismo". Con Cataluña en el candelero. Pero también está el caso gallego, con oficialidad hace más de 30 años y con mucho menos voto nacionalista hoy que hace 30 años. Que me lo expliquen.

Detrás de los movimientos políticos hay múltiples factores, no se explican tan fácilmente. Si así fuera, sobrarían gran número de sociólogos y politólogos.

La lengua asturiana pertenece también a aquellos a los que no les interesa o no les gusta. Son exactamente igual de asturianos que los más acérrimos "bablistas", ni más ni menos. Y también pertenece al que es de derechas, comunista, liberal o cualquier otra cosa. Son igual de asturianos todos. E incluso en cierta manera pertenece al resto de españoles. Ellos no se pueden ocupar de ella, es una carga/responsabilidad que por motivos evidentes recae en los asturianos. Pero lo ideal sería que un murciano exigiera de los asturianos responsabilidad con este tema. Desde una perspectiva netamente española.

"Hay que enseñar a los niños cosas útiles". Este reparo se incardina en un error general más grande. Como el mundo actual es hipercompetitivo hay que aprender un montón de cosas que sirvan para progresar en el mercado laboral. Pero habrá siempre que dejar un espacio a aquellas cosas que no tienen una aplicación laboral inmediata. Si no, un chaval que esté leyendo "La Regenta" estará perdiendo el tiempo. Las personas tienen que cultivarse también. Conocer una realidad que está a tu alrededor nunca puede ser malo. El asturiano no es más que una lengua romance más. No mata. No mancha.

Y aun así, el patrimonio cultural e intelectual de una persona viene en su rescate cuando menos se lo espera. Pase a aprender portugués un asturfalante y casi no necesitará estudiarlo. Cosas de la cercanía, más cerca geográficamente y por tanto sintácticamente y a nivel de vocabulario el asturleonés del portugués que el castellano de la lengua lusa.

"El asturiano sirve para que vivan unos cuantos aprovechados". De cuestiones lingüísticas se suelen ocupar los filólogos, no tanto los carpinteros o los médicos. Mal que pese, el asturiano existe, en situación precaria pero todavía respira. Algún tratamiento tendrá que tener. Algún trabajo requerirá. Si no, por pura analogía, el Instituto Cervantes y la Real Academia Española de la Lengua serían nada más que un refugio de vividores.

"Lo importante son otras cosas, como el paro". Como si los puestos de trabajo o el nivel salarial se pudieran, simplemente, decidir políticamente. Cuando lo que determina esas cuestiones es la economía. Y así diferenciamos y escindimos: esto es economía-trabajo, aquello cultura lo de más allá medioambiente y etc. Error. Es un todo. Asturias es un todo, todo interacciona con todo y todo tiene un valor, en sí mismo y en relación a los componentes del conjunto. Tenemos la suerte de albergar en nuestro seno tres lenguas, castellano, asturiano y gallego-asturiano. Cabría pensar, y solo por poner un ejemplo, que algo podrían aportar estas lenguas a configurar una Marca Asturias. En estos tiempos en que no se puede renunciar al marketing para competir (¿qué tal en la industria agroalimentaria?) Y ojo, pregunten por el papel del euskera en el clúster del metal del País Vasco. Se sorprenderían, y no parece que les vaya tan mal.

"El que quiera bable que se lo pague. Como los que quieran aprender chino, se añade". Seguramente el idioma chino goza, al parecer, de una situación consolidada desde hace siglos en nuestro suelo. Vamos, que es muy de aquí. No hay más que ir a les cuenques y comprobarlo.

"La cooficialidad es cara, carísima". Lo que resulta ser es barata si pensamos que en la situación actual no hay fondos estatales ni europeos para el asturiano dado su carácter de no-oficial. Todo lo que hagamos presupuestariamente por la cuestión lo haremos a pleno pulmón; solo los asturianos, nadie nos ayudará sin oficialidad.

Además, la oficialidad que es posible en Asturias, dada su realidad sociolingüística, no tendrá nada que ver con otros modelos de otras comunidades. Que aquí no se aplicarán. Lo de menos es que ni se pretenda. No se aplicarán porque no es posible llevarlos en Asturias a la práctica.

"Han construido un bable artificial". Esta objeción desconoce el proceso de fijación de un estándar entre variantes que en su día se llevó a cabo con el castellano, el italiano, el gallego ...etc. Las lenguas no nacen espontáneamente con diccionario y gramática. Lo que surge espontáneamente son los dominios lingüísticos con múltiples dialectos, que en un momento dado se "estandarizan" en un común. Para tener una norma, sobre todo, para escribir. Luego, cada uno hablará como le dé la gana. Y así habla distinto un argentino, un sevillano o un burgalés. Pero los estándares los fijan las academias. Lo que provoca recelo es el hecho de que hemos sido contemporáneos de la fijación del estándar del asturiano y nos extraña. En el castellano ya estaba hecho hace mucho tiempo. Pero no fue así siempre.

Todas estas argumentaciones se arguyen contra la cooficialidad y se arguyeron en su día contra la Ley de Uso de 1998. Se emplearon contra la non-nata ley que se decía que se preparaba en los 80 bajo la administración de Pedro de Silva (tanto fue así que la abortaron). Y también contra el vigente art.4 del Estatuto de autonomía de 1981.

Ya sabemos por el Eclesiastés que no hay nada nuevo bajo el sol, pero esta breve recopilación histórica que acabo de hacer ilustra lo que hemos avanzado y consolidado sin brechas sociales insalvables en la sociedad asturiana. En esto sí tienen razón, la lengua asturiana no es un problema para los asturianos. Se consiguieron cosas a las que se oponían porque decían que se generaría un problema y no sé cuántos males. Se ve que, o erraban, o tenían mala fe. Ahora lo repiten contra la cooficialidad; da que pensar.

Compartir el artículo

stats