Las investigaciones que la Guardia Civil está realizando por mandato judicial en Cataluña están dejando perfectamente diáfanas algunas cosas sobre las que ya teníamos parte de información y también dando alguna sorpresa, en concreto hasta qué punto los independentistas tenían perfectamente diseñado y hasta presupuestado un ejército catalán que tendría unos 30.000 hombres. En efecto, tras la independencia, los secesionistas no tenían como prioridad resolver los problemas de la gente en Cataluña, como el paro, la carestía de la vivienda y de la electricidad o acabar con la corrupción que ha podrido como en otras partes de España. Esa comunidad autónoma tenía más prisa por crear un ejército, y da miedo pensar lo que pensaba hacer con él: ¿extender sus fronteras a los "Países Catalanes" con la balcanización de España?

El asunto que tratamos es tan grave que parece increíble que el Gobierno y las instituciones del Estado no tomaran ninguna medida al respecto, y no me refiero sólo al Gobierno que preside Rajoy, también a los anteriores de Zapatero. Y es que el golpe de Estado se venía preparando concienzudamente desde hacía mucho tiempo, y cosas tan tremendas como la que nos ocupa no eran ningún secreto. En efecto, el 1 de abril de 2013 el Centre d'Estudis Estratègics de Catalunya (CEEC), uno de los "chiringuitos" más peligrosos creados por el independentismo, que a pesar de la aplicación del artículo 155 sigue perfectamente operativo y que, si usted quiere que se le pongan los cabellos como escarpias, le invito a que vea en Google, publicó un estudio perfectamente detallado sobre un futuro ejército catalán bajo el título de "La futura força de defensa de Catalunya", el presupuesto inicial era de 3.500 millones de euros y se tomaría a los Mossos d'Esquadra como germen de esa nueva fuerza militar. Los oficiales y jefes serían catalanes filtrados del Ejército español, siguiendo exactamente el mismo guión que utilizó Lituania con los oficiales de la antigua URSS que tomó para sus Fuerzas Armadas.

Los asesores militares serían de los EE UU y de Reino Unido y de esos dos países la mayor parte del material bélico con el que dotarían a sus unidades. El estudio, profesional hasta en los más mínimos detalles, tanto del material como de la composición pormenorizada de las unidades, del despliegue de la fuerza, etcétera, demuestra hasta dónde estaban dispuestos a llegar. Aunque por aquel entonces, aquí en España éramos muy pocos los que hablábamos y escribíamos de estas cosas, no sucedía lo mismo en otras partes. El Consejo Atlántico (Atlantic Council), un grupo de expertos estadounidenses en el campo de los asuntos internacionales y militares con sede en Washington relacionado con la OTAN, ya se ocupó de la posible independencia de Cataluña y sus connotaciones militares en un trabajo al que dieron el título de "Implicaciones militares de la secesión de Cataluña", y esto sucedía en agosto de 2014. Una de las primeras medidas que tomaría el Gobierno de la república catalana sería la creación de un ministerio de defensa y de un ejército que estaría compuesto por suboficiales, oficiales, jefes y generales profesionales y por soldados de reemplazo, pues también habían planeado implantar el servicio militar obligatorio en Cataluña (como hemos sabido por la información interceptada por la Guardia Civil), la antigua mili que no les gustaba nada en España.

Se equivocan mucho los que piensan que los golpistas catalanes han sido definitivamente derrotados, ahora no han tenido más remedio que dar un paso atrás, pero para coger impulso. Están analizando por qué no les ha salido bien la jugada y en qué han errado, pero tienen toda la intención de volver a repetir la asonada en el futuro.