En corto y por derecho

Un cachopo de primera al Tribunal de Cuentas y una cita con morbo

Las facturas por una cena de cachopos en Oviedo llegan al Tribunal de Cuentas. El investigado es el alcalde socialista de Leganés, Santiago Llorente Gutiérrez, quien en mayo de 2016 cenó en un conocido restaurante de la calle Gascona de Oviedo después de que el equipo de fútbol de su municipio diera un paso decisivo para ascender a la Primera División del fútbol español. La victoria del equipo pepinero por 0-1 en el Tartiere había sido trabajada ante un Oviedo que, dicho sea de paso, caía en picado con Generelo al mando. El caso es que el regidor de la urbe madrileña, resuelto el partido, fue a uno de los locales de la parte alta de Gascona para dar cuenta, con varios acompañantes, de cuatro cachopos, cuatro entrecots, embutidos, setas, vino, sidra, Coca-Cola, cafés y chupitos. La factura ascendió a 478,23 euros (IVA incluido) que el alcalde socialista de Leganés, economista de formación, abonó con la tarjeta de crédito municipal. Ahora el partido Unión por Leganés ha llevado ésa y otras facturas, que suman más de 7.500 euros en comidas, ante el Tribunal de Cuentas.

Sin mesa ni mantel de por medio discurrió el encuentro del morbo, orgánico claro está, entre dos cargos socialistas, que tuvo lugar ayer en el edificio inteligente de Llamaquique. El consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra Valdés, recibió en su despacho al alcalde de San Martín del Rey Aurelio, Enrique Fernández Rodríguez. Lo del morbo orgánico viene a cuento porque algunos ven a Lastra como potencial candidato del sector minoritario a las primarias socialistas para la Presidencia del Principado, mientras otros sitúan al alcalde del concejo de las Cuencas, valor emergente del sanchismo, como sólido aspirante al cartel autonómico del PSOE.

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