Los habitantes de Ibias se hallan tristes por la desaparición física de su noble benefactor, don Aurelio Menéndez Menéndez (Gijón, 1927). Sus padres, oriundos de tierras ibienses, le despertarían profundo sentimiento por esos lugares del extremo suroccidental del Principado. Don Aurelio, como expresión de honda gratitud a los originarios suelos de sus progenitores, desde la cima alcanzada como señero intelectual, alcanzando el elevado cargo de ministro de Educación (1976-77), tuvo la excelsa iniciativa de dotar a Ibias de una gran institución donde se formaron las nuevas generaciones de los lugareños, su homónimo colegio público Aurelio Menéndez, el cual sería inaugurado en el año 1981, dotado de cómodas aulas de clases y otros espacios, entre ellos la biblioteca escolar, con anaqueles llenos de libros con autorías de escritores europeos y también de algunos países latinoamericanos

Don Aurelio, letrado en Derecho Mercantil, Marítimo, catedrático en prestigiosas universidades españolas, como la de Oviedo, Salamanca y Santiago de Compostela, entre otras; pedagogo eximio, desempeñándose en variados y relevantes escenarios de la vida española. Su elevada sapiencia, arropada con profunda humildad y sencillez le conferían especial admiración.

Adiós, don Aurelio. Aquí, entre los lugares de Ibias, su colegio, su eximia creación, continuará forjando las nuevas generaciones de hijos de estas tierras que usted extrajo del olvido secular por la mayoría de quienes ejercieron funciones gobernativas en sus distintas áreas.

Ibias ha perdido singular cooperador. Aquí nos queda su majestuosa obra al servicio de la comunidad.

Nuestro hondo pesar a su distinguida familia, paz a sus restos; él, desde más allá, continuará, silenciosamente, enviando sabias palabras a la institución educativa producto de su creación. Don Aurelio, faro de brillante luz iluminadora de la geografía ibiense.