Una fruta útil en épocas de estrés y eficaz contra el estreñimiento

Nutrientes por 100 gramos (g.). 61 calorías, grasas 0,5 g. [grasas saturadas 0,1 g., grasas insaturadas 0,2 g.], hidratos de carbono 16 g., fibra 2,7 g., azúcares 9 g., proteínas 1 g., colesterol 0 mg., sodio 3 mg., potasio 312 mg., calcio 34 mg., magnesio 17 mg., fósforo 34 mg., vitamina C 93 mg.

Origen. Se comenzó usando su variedad silvestre como remedio medicinal para proteger el estómago en el 3.000 a. C.. La primera referencia como cultivo habitual data del siglo XIV por la dinastía china Ming. En el siglo XV ya aparecieron varios libros para mejorar su cultivo y explicar sus propiedades. Hasta mediados del siglo XX no se consumía fuera de China. El primer país fue Nueva Zelanda.

Propiedades. Por su alto contenido en vitamina C [el doble que la naranja], vitamina E y magnesio, es útil en épocas de estrés y ansiedad, regulando nuestro sistema nervioso. Resulta uno de los alimentos más eficaces contra el estreñimiento, gracias a su alto contenido en fibra, además de cuidar de nuestra flora intestinal. Por su actidina, se ha utilizado tradicionalmente para proteger nuestro estómago, favoreciendo las digestiones, especialmente la digestión de las grasas. Además, ayuda a evitar la gastritis y la formación de gases por su efecto carminativo. Por su contenido en luteína, nos ayuda a mantener la salud de nuestro ojos, especialmente la retina. Con su ácido fólico es recomendable para la prevención de enfermedades cardíacas, mejorando la circulación sanguínea. No podemos olvidarnos de sus antioxidantes para evitar la acción de los radicales libres.

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