El desafío de la transformación digital, compleja pero ineludible, es una urgencia para la sociedad asturiana y su futuro social y económico. De hecho, tan importante como completar nuestras infraestructuras viarias (variante de Pajares, accesos al Musel... etc.), lo es asegurar una buena conectividad con el ciberespacio. Esto exige decisión e inversiones.
Necesitamos autopistas para la información y que ninguna parte de nuestro territorio carezca del servicio de una red de comunicación electrónica competitiva. Asturias debe combatir decididamente la brecha digital, es decir, la distancia en el acceso, uso y apropiación de las tecnologías tanto a nivel geográfico como socioeconómico.
El informe "Cobertura de banda ancha en España a mediados de 2016", publicado por la Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital estimaba que, aunque nuestra región globalmente está bien posicionada dentro de las comunidades autónomas, cerca de 195.000 asturianos, en más de 5.800 núcleos de todos los concejos de Asturias, no disponen de cobertura de redes de banda ancha de nueva generación, ni previsiones para su dotación por algún operador en plazos cercanos. Este es un déficit para nuestra articulación territorial y un caso palmario de inequidad.
Acabar con las malas comunicaciones por Internet es una de las principales reivindicaciones de los alcaldes de la zona rural. Pues bien, donde no llega la iniciativa privada (por no ser económicamente rentable) deberían llegar el servicio y las ayudas públicas. Así fue, a partir de los sesenta del siglo pasado, con la electrificación de la zona rural y debería ser en la actualidad respecto al tema que nos ocupa.
Llevar acceso de calidad a Internet es un paso muy importante para mejorar la vida de todos los habitantes de las zonas rurales pues les permite integrarse en la "realidad digital" y ayudaría a atraer y fijar población. Esta carencia desincentiva la instalación de pymes (madera, agroalimentación... etc.), es letal para el turismo rural y dificulta la gestión de los negocios ganaderos.
Una buena conexión a la red permite, además, el teletrabajo y una mejor interacción social en un territorio con núcleos dispersos y poca población.
El presente y futuro de Asturias pasa por la movilidad eléctrica, la Industria 4.0 (Industria Inteligente), la digitalización... y que el mundo rural salga del modo avión.
