Diputada de Podemos en el Parlamento europeo | Diputada de Podemos Asturies en la Junta General del Principado

Diálogo y participación para el sector pesquero

El desigual peso de las cofradías asturianas y la falta de democracia

En 2012 el sector pesquero asturiano contaba con un volumen de empleo estimado en 2.662, entre empleos directos e indirectos, según un estudio que el Principado encargó a la Universidad de Cantabria. En seis años esta estimación ha bajado hasta la cifra de 1.500, y una parte de ellos siguen amenazados ante la destrucción de empleo que venimos sufriendo a causa, por un lado, de las lesivas políticas de la Comisión Europea y del Estado español y, por otro, a la mala negociación del Gobierno asturiano.

Pedimos al Ejecutivo de Javier Fernández que le reconozca a la flota pesquera asturiana un espacio de diálogo propio y específico para que sus propuestas y necesidades se pongan sobre la mesa en las eventuales negociaciones para el reparto de cuotas tanto a nivel estatal como autonómico. El modelo actual de representación no es válido para el sector; el método de elección tiene graves carencias democráticas, hay cofradías con más capacidad de representación que otras, con lo que cada pescador no representa un voto. Reclamamos la constitución de una mesa sectorial de la pesca en Asturies para paliar esta situación.

La pesca artesanal y de bajo impacto ayuda a fijar población en las localidades costeras, ya que su actividad actúa como un motor dinamizador en la economía y en el empleo, y es seña de identidad de muchos pueblos y villas del litoral, desde Castropol hasta Bustio. Pero la pesca artesanal y de bajo impacto, que debería verse protegida por su carácter sostenible en términos medioambientales, económicos y sociales, es víctima de prácticas discriminatorias por parte de la Unión Europea que la equiparan a la pesca industrial o a gran escala, sin tener en cuenta sus demandas históricas y específicas.

El sector pesquero asturiano, formado mayoritariamente por embarcaciones de artes de bajo impacto, debería ser tenido en cuenta por quienes dictan las políticas pesqueras. Y el Gobierno asturiano habría de anclar este asunto entre sus prioridades y reclamar al nuevo Ejecutivo de la Moncloa una posición de defensa del sector artesanal ante la UE, para asegurar que esta actividad reciba un trato digno que afiance su rentabilidad y sostenibilidad.

Es imprescindible solicitar a la Comisión Europea que adopte una definición de pesca artesanal consensuada con el sector y que tenga en cuenta las peculiaridades de esta pesca sostenible. El Gobierno asturiano debe reunirse con el sector en un proceso abierto, transparente y democrático, en condiciones de equidad entre las distintas artes utilizadas en aguas asturianas, para defender que en el reparto de cuotas que Europa concede a España, y ésta a Asturies, los criterios se basen en una división equitativa por tripulantes, barco y día, no transferible, en vez de por los ineficientes y discriminatorios criterios que se aplican actualmente.

También hay que reclamar a la UE que desarrolle y aplique el apartado de la resolución del Parlamento europeo sobre una nueva Política Pesquera Común referido a medidas técnicas y planes plurianuales, que considera que la pesca artesanal accidental debe quedar excluida de los TAC (total admisible de capturas). Asimismo, por sentido común, hay que plantear ante la UE que a la pesca artesanal o de litoral se le apliquen las devoluciones cero. Y adoptar políticas de protección, promoción e incentivación de esa pesca, dado que utiliza métodos sostenibles, es a pequeña escala, genera miles de puestos de trabajo y dinamiza las poblaciones costeras. Así como promover el consumo de productos de pesca artesanal y marisqueo.

Desde Podemos hemos tejido una red de trabajo en todo el Estado con las gentes de la mar porque lo consideramos un sector fundamental que sigue generando mucho trabajo (estamos a la cabeza en la Unión Europea en número de empleos). Lo que vemos en el caso de Asturies es que durante muchos años se despojó a las cofradías de su autonomía, utilizándolas como si fueran chiringuitos al servicio de la persona que estaba al frente de los asuntos de pesca. Éste es uno de los cambios fundamentales que vinimos a hacer a la política: trabajar codo con codo con los colectivos y las trabajadoras y trabajadores. Debemos generar mesas de diálogo y participación con quienes llevan toda la vida faenando en el sector. Estaremos con las gentes de la mar donde haga falta y donde quieran vernos, aunque a algunos les moleste que hayamos sido más permeables a las demandas de los pescadores en tan poco tiempo que ellos y sus predecesores en treinta años.

Al director general de Pesca del Principado, Alberto Vizcaíno, cabe pedirle que vele por los intereses de Asturies en el sector, que son los intereses de las gentes de la mar y de los pueblos y villas pesqueras asturianas. El tiempo que le sobra, si es que le sobra, le recomendaríamos que lo dedique también a tratar de resolver problemas, no a generarlos.

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