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No se salva nadie

Rajoy tiene razón

El mundo en el que viven los dirigentes del PP, tan diferente al real

Decía nuestro querido Woody Allen: "No me gusta la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete". Parece que Rajoy y sus compañeros de partido habitan en una realidad paralela que les ofrece la oportunidad de vivir irrealmente y comer también buenos filetes. El Partido Popular presume de haber cumplido casi el 93% de su programa y lanza una web para consultar el grado de alucinación y autoengaño que practican. Una de las promesas que el PP dice haber cumplido es "revitalizar el Parlamento agilizando los procedimientos de debate y la actividad de los diputados y senadores". Está bastante claro que en política no cumple el que no quiere cumplir. Lejos del maravilloso mundo de Mariano y sus amigos se encuentra la realidad, en la que el PP presidido por Rajoy ha perdido 2,6 millones de votos en las Europeas, 600.000 papeletas en las andaluzas de marzo y 2,5 millones de votos en las locales de mayo. Observando el panorama con perspectiva no sería para nada descabellado decir que lo mejor que ha hecho Mariano como mandamás del Partido Popular es perder votos. Es una máquina infernal de perder votos, es el Messi de la desilusión y el desencanto, él y compañeros de partido son como un sindicato de magos mediocres que advierten todos sus trucos.

Después de meses de análisis y observaciones sistemáticas a las conductas de los actores del Partido Popular me doy cuenta de que hay algo que los une, además del tema de los sobres, también los une una capacidad innata para abstraerse de la realidad. Porque en principio uno podría llegar a pensar que padecen algún tipo de distrofia infantil, que actúan sin pensar; pero no, mucho peor aún, el problema es que no habitan en el mundo real. Me explico: más de 700 bares y tiendas de la comarca echaron el cierre desde el inicio de la crisis; atendiendo a esa premisa catastrófica, el visionario concejal popular avilesino Carlos Rodríguez de la Torre tuvo la desopilante idea de crear un centro de deportes náuticos en la ría. Se ve que nuestro amigo iba para concejal de Saint-Tropez y todavía no le avisaron que está en Avilés. Ya se dará cuenta.

Repito, Rajoy tiene razón. Tiene razón en su mundo, donde los debates se hacen por plasma, donde los corruptos son "y tú más", donde los que nunca gobernaron son culpables, donde la recuperación es sinónimo de vivir peor, donde ser patriota se demuestra teniendo dinero en Suiza. Señor Rodríguez de la Torre, no se deje atraer por el maravilloso mundo de fantasía de Génova 13, no me haga caso a mí, hágale caso a Machado que decía aquello de "peor que ver la realidad negra, es no verla".

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