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Ni una menos

Los últimos dos asesinatos de mujeres

Se llamaban Marina y Laura y eran amigas, sus edades 24 y 26 años, muy lejos de las de nuestras madres y abuelas que se educaron en una España muy distinta a la actual en la que la libertad estaba secuestrada por la dictadura; sin embargo, algo se mantiene igual que en aquellos tiempos, muchas mujeres son asesinadas por sus parejas o exparejas.

Marina y Laura también fueron asesinadas y el principal sospechoso es el exnovio de una de ellas, un hombre joven, educado en una España supuestamente moderna y libre. En lo que va de año son ya 25 nombres de mujeres asesinadas por hombres que eran sus parejas o exparejas. Eso sin contar los casos que aun se están investigando, que podrían hacer crecer esta lista.

Pero hay más víctimas, los menores que son asesinados por sus padres como venganza hacia sus madres. Esta lista va creciendo también, no podemos dejar de recordar a las dos niñas asesinadas el pasado año en nuestra comarca.

Ante esta terrible realidad, el presidente del país, se limita a decir en las redes sociales que "es un tragedia". No señor Rajoy, no es una tragedia, una tragedia es un accidente o una enfermedad, pero lo que está sucediendo tiene otro nombre: es terrorismo machista.

El machismo, a pesar de las leyes, sigue impregnado cada rincón de nuestra sociedad. Está en las casas, en los trabajos, en las administraciones, en los medios de comunicación, en todas partes. Y lejos de ignorarlo debemos combatirlo con esfuerzo ycon recursos.

El terrorismo machista se ha cobrado en los últimos años muchas más víctimas que el terrorismo de ETA o el yihadista, y sin embargo nuestro Gobierno no le da la importancia que requiere. En estos dos meses hemos ido acumulando asesinatos de mujeres sin que el Gobierno convocara una rueda de prensa, una reunión urgente, una serie de medidas, nada.

Muchas voces comienzan a reclamar un Pacto de Estado. Es un problema estructural y debe tener también una solución estructural. Debemos implicarnos todas y todos, especialmente los hombres, cuyo papel debe tener una mayor presencia. La educación es fundamental para terminar con la violencia de género y ha de dirigirse de manera especial a los chicos jóvenes, ofreciéndoles modelos de masculinidad igualitarios.

Desde Somos Aviles tenemos claro que el camino es el del trabajo, la lucha y la defensa de los derechos de las mujeres. Como sociedad debemos dejar claro que no vamos a permitir más violencia machista. Afortunadamente las asociaciones feministas siguen trabajando duramente en este sentido. Ese trabajo nos llena de energía para seguir luchando, porque la violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos.

El 7 de noviembre diversas organizaciones feministas de todo el Estado han convocado en Madrid la I Marcha estatal contra las violencias machistas. Comencemos ya a trabajar todas y todos para que esta fecha sea la del final de la indiferencia ante tan terrible realidad. Porque como dice la filosofa asturiana Amelia Valcárcel "las queremos vivas a todas, a las niñas, a las jóvenes, a las madres".

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