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Exafiliado de IU, exdirigente de Comisiones Obreras

La nueva política y el caballo de Troya

Los afanes totalitaristas que se esconden en el populismo de algunos partidos

En uno de mis artículos, publicado en este LA NUEVA ESPAÑA el 22/09/05 (La semilla del odio), indicaba que no era recomendable que las futuras generaciones de jóvenes, que venían demandando un sitio entre los adultos, se formasen en un entorno donde el odio y la miseria moral fuesen considerados valores de referencia. Observaba cómo muchos de estos jóvenes recibían enseñanzas de oscuros personajes que les han imprimido un sistema de vida donde, la política se consideraba una alternativa para trabajar con el mínimo esfuerzo, y además, bien retribuida. Sabía que algún día una buena parte de ellos demandarían la gobernabilidad de nuestras instituciones, y no precisamente para servir a su país, sino, a sus intereses.

Como ya han pasado diez años y estos jóvenes se hicieron mayores, me entristece observar cómo una buena parte de ellos se han atiborrado de odio o se han corrompido. Se han convertido en ideólogos sectarios a los que no les importa generar enfrentamiento entre amplios sectores de la sociedad, utilizando para ello los fantasmas de una guerra civil que tanto daño causó, no solo a una parte sino al conjunto de los españoles. Creo que muchos de estos jóvenes, por muchos títulos universitarios que presenten, no pueden alardear de ser progresistas cuando su formación se ha deslizado hacia un estilo de vida que destila resentimiento contra los que no piensan como ellos, o bien por el simple hecho de pertenecer a la derecha política y considerarlos como herederos del franquismo.

Aunque me considero republicano y he crecido en el seno de una familia ideológicamente de izquierdas, que también padeció duros reveses en la guerra debido a torturas y el asesinato de familiares, nunca utilicé esta historia para hacer apología política y seguir cultivando la semilla del odio. Siempre luché por no quedarme atrapado entre las desgracias del pasado y mis propios errores, ya que mi empeño era y sigue siendo mejorar como persona durante mi paso por esta vida.

Me he dado cuenta de que esta actitud es la que realmente favorece el progreso y resiste al "falso progresismo" que hoy nos quieren vender unos iluminados, empeñados en impulsar una "imaginaria" República por cauces no democráticos. Quienes hemos sido y somos testigos de la incitación irresponsable que se hace para provocar el odio entre grupos o personas tenemos la obligación moral de denunciarlo. La sensación que actualmente tengo es que una buena parte de estos jóvenes, que hoy dirigen la nueva formación política Podemos, lo seguirán alimentando.

Solo es necesario prestar atención a cómo utilizan ingeniosamente el término "rescate ciudadano" para dar la impresión de que España se encuentra toda ella en los umbrales de la pobreza. Bajo un discurso populista y embaucador, que además arrastra consigo el germen del totalitarismo, no es la pobreza lo que en verdad les importa. La utilizan de forma engañosa para activar la semilla del odio entre amplias capas de la población, intentando crear así una imagen de nuevos y mejores políticos que acuden en su rescate. Si no lo hacen de este modo ¿cómo persuadir a una sociedad bastante asqueada para que crean que van a ser unos admirables gestores públicos? No seré yo quien niegue las necesidades que padecen muchas familias a las que se debe ayudar pero; por haberme enfrentado en algunas ocasiones a hechos similares, sé de lo que estoy hablando. La mafia utiliza también este tipo de métodos en muchas ciudades y barriadas para conseguir sus fines y no por eso tengo que considerarla como una hermanita de la caridad.

Creo que estos generales que dirigen dicha formación política, y que transportan en su "Caballo de Troya" a su tropa, no consideran de forma rotunda que lo más necesario en estos momentos pasa por exigir una limpieza a fondo donde la educación, la honestidad y el cumplimiento de las leyes, tienen que jugar un papel esencial en la rehabilitación de la vida pública. Que la corrupción se alojó en la conciencia de muchos españoles y creó condiciones para que estos nuevos políticos emergiesen de entre las sombras como salvadores es innegable, pero el excesivo endiosamiento que poseen, su falta de respeto a las instituciones y el ejemplo que están dejando a su paso por el escenario político, me llevan a pensar que sus intenciones no son las del rescate ciudadano que predican.

He convivido con muchas personas honestas y altruistas, y también luché contra la intolerancia, las traiciones y los rencores existentes en aquellas organizaciones donde participe, siendo estas circunstancias las que me llevaron a renunciar de forma voluntaria ser nominado concejal de IU en el Ayuntamiento de Avilés en 1998. Lamentablemente hoy vuelvo a encontrarme con unos siniestros personajes salidos de entre las sombras que se muestran como unos ilustrados dispuestos a seducirnos, pero no dejan de proyectar su odio como símbolo de su progresismo totalitario.

No cabe duda de que una buena parte de responsabilidad en lo que ha venido sucediendo en los últimos años se lo debemos al PSOE y PP principalmente. También a IU por su política errática y por disimular su responsabilidad cuando sabían de la existencia de corrupción en varios de los organismos públicos y privados donde compartieron responsabilidades o formaron parte de gobiernos. Indudablemente todos ellos se merecen un correctivo electoral aunque hacerlo en el actual contexto político originaría un riesgo mucho mayor: la gobernabilidad de España.

No debemos dejar de lado que nuestros representantes salen de la propia sociedad, y sinceramente creo que el comportamiento de una buena parte de ésta no ha sido, ni está siendo, muy ejemplar. Olvidamos fácilmente la responsabilidad que tenemos como ciudadanos porque es nuestra forma de emplear la demagogia para no admitir que nuestros políticos no siempre son culpables. Puede que esta opinión no sea del agrado de aquellos que, en masa, se vienen convirtiendo en una gente grosera, falta de valores y chabacana, que se cree mejor para no reconocer que, de presentarse la ocasión, su actitud seria igual o quizás peor. Por eso la regeneración que necesita este país nunca vendrá de la mano de esos generales que cobijan a su tropa en el "Caballo de Troya", esperando asaltar las instituciones en las próximas elecciones generales. Incluso creo que la situación se agravará si el PSOE e IU, apelando a una unidad popular artificiosa, quieran compartir con ellos mesa y mantel.

A mis años, y después de haber adquirido cierta experiencia que me ha proporcionado la vida, sé de lo que hablo. ¿Acaso no es la irresponsabilidad de los de arriba la suma de las irresponsabilidades intermedias con el concurso silente de los de abajo? A veces la irresponsabilidad es un hecho individual pero, no lo olvidemos, reposa en una fosa colectiva, como la corrupción o la violencia. Espero que todos lo tengamos muy presente. El ex secretario general de IU Julio Anguita opinaba que las declaraciones ideológicas que se hacen en ocasiones se quedan en simples palabras si no van acompañadas de la ejemplaridad necesaria ante nuestros semejantes. Esto sí es progreso y no engañosa propaganda.

Creo sinceramente que estamos en el momento oportuno para exigirles a nuestros representantes que se esmeren en llevar a cabo la regeneración demandada. Si no lo hacen, el "caballo de Troya" seguirá lanzando desde su interior a una tropa de totalitarios sedientos por establecer, a cualquier precio, su añorada república. Si por estrategia electoral el PSOE e IU consideran positivo unirse a ellos para afrontar las próximas elecciones generales, probablemente terminen inmersos en una gran frustración. Saben perfectamente que una legión de "creadores de intrigas", que proceden de sus propias filas, ya se encuentran cobijados en el regazo de la organización Podemos, esperando hincar el diente si se presenta la ocasión. Suicidarse políticamente no creo que sea la mejor solución, sobre todo, cuando se olvidan de aquellos afiliados, militantes y representantes públicos que, sin necesidad de que sean auxiliados por el "caballo de Troya", se esfuerzan para que la política no se convierta en una cueva de ladrones, de arribistas, ni tampoco de iluminados totalitarios ávidos de poder. Deberían tenerlo muy presente si de verdad quieren una regeneración con ciertas garantías.

Aunque en estos momentos la corrupción atrae fuertemente nuestra atención, también debemos de ponerla en aquellos que pretenden gobernar los destinos de nuestro país mediante el reclamo de una "nueva política". Con solo prestar atención a cómo gobiernan en Ayuntamientos y Autonomías, cçomo enaltecen a independentistas que pretenden anexionarse parte del territorio para desestabilizar España, cómo desprecian a instituciones representativas de nuestro país y en cambio, apoyan regímenes totalitarios silenciando su falta de libertades y su sanguinaria persecución a los que no piensan como ellos. Cómo miman sus relaciones con los círculos extremistas de ETA. Cómo un buen numero de sus representantes públicos arrojan su odio más profundo en sus Twitter, sugiriendo acciones violentas o de puro terrorismo contra los rivales políticos o los discrepantes que condenan sus conductas. Cómo tratan de no acatar las leyes si son contrarias a sus intereses. Cómo en el breve tiempo que llevan gobernando, apresuradamente colocan a sus parientes y amigos a dedo en puestos relevantes, cuando no dejan de reprochárselo a sus adversarios políticos. Cómo pretenden acabar con muchas de nuestras tradiciones pero apoyan los botellones, la droga y las algaradas salvajes, porque saben que son semilleros donde pueden captan a nuevos fanáticos para seguir ampliando su tropa.

Lamentablemente una legión de partidos y asociaciones, que anteriormente a su nacimiento demandaban una regeneración política al rebufo de un movimiento ciudadano como fue el 15-M, al que traicionaron desde dentro por una cuadrilla de generales que se ocultaban en su "caballo de Troya", cayeron bajo el influjo de Podemos convirtiéndose en sus cómplices. Como las ansias de poder de este grupo son manifiestas, creo que la historia se volverá a repetir porque, las intrigas, las envidias, los rencores y el endiosamiento de estos generales sepultaran todas sus ilusiones.

Combatir la corrupción resulta obligatorio para nuestros políticos pero, no nos hagamos ilusiones., si no somos capaces de higienizar el hedor que se viene acumulando desde el ámbito personal al social, para conseguir que seamos más responsables ¿podemos continuar falseando la realidad señalando a todos los políticos como culpables? Creo que en estos momentos es más prioritario poner freno a los nuevos embaucadores que están esperando su ocasión, e impedir que estos generales que comandan la tropa de Podemos consigan sus pretensiones. Saben que no hay entradas para todos y por eso, de forma astuta y bajo el pretexto de crear una "hermandad popular o progresista" están progresando para intentar arrojarse sobre la apetitosa "caja pública", si son beneficiados en las próximas elecciones generales. Como han denostado tanto al resto de políticos ¿acaso nos hemos parado a pensar que propósitos tiene esta arrogante e iluminada "supercasta política" que aparece de entre las sombras con su "caballo de Toya" para conquistarnos?.

El fallecido Marcelino Camacho, que dirigió el sindicato de CC OO a nivel nacional y participó en el proceso de transición política que activó el desmantelamiento de la dictadura franquista y la instauración de un sistema democrático plasmado en la Constitución de 1978, decía lo siguiente: "Nadie ofrece tanto como aquellos que saben que no lo pueden cumplir". Seguro que cuando lo dijo estaba pensando en la "nueva política". que unos iluminados nos iban a enviar para salvar a la sociedad. Qué razón tenía y que retrato más ilustrativo hizo del populismo embaucador en el que él no creía. Tú y yo sabemos querido Camacho que si educamos la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto. Gracias amigo por haberme enseñando tanto. Aunque se considere inteligente el saber a dónde uno quieren ir, otros pensamos que es más inteligente el saber a donde ya no se tiene que volver. Espero que los lectores comprendan porque no quiero ser instruido en el futuro por una tropa de totalitarios que pretenden gobernar España.

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