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Vicente Montes

Notas al margen

Vicente Montes

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La disputa sobre si la contaminación en Avilés es mucha o la justa viene de lejos y se reproduce de forma cíclica. Es indudable que ha mejorado la situación ambiental de la ciudad en las últimas décadas, pero la percepción colectiva continúa siendo la de que Avilés tiene una polución superior a la media asturiana. Y es probable que esa sensación no sea imaginaria. Basta dejar el coche un par de días aparcado junto a la ría. Al final, la discusión entre gobierno y ecologistas acaba siendo una guerra de cifras, de parámetros, de niveles y de normativas. Seguramente cada cual ve la botella medio llena o medio vacía, según le interese. Lo que necesita Avilés no sólo es combatir las situaciones reales de contaminación excesiva, sino también la penosa sensación. Para lograrlo hay que demostrar a las claras que los avilesinos no viven en una atmósfera peor que la de cualquier otra zona urbana. El resto del debate a veces son ganas de contaminar según convenga.

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