Todos los nacimientos son ilusionantes y esperanzadores, más si se producen en el seno de una familia golpeada por las desdichas. Valga el símil para felicitarse y dar la bienvenida a la empresa Indemesa, el nuevo miembro de la prole metalúrgica avilesina, que llevaba por lo menos un lustro perdiendo unidades y sin visos de mejorar su saldo vegetativo. Ojalá la decisión de los responsables de Indemesa de afincarse en Avilés sea la antesala de otros anuncios similares, pues de noticias referidas a cierres, recortes y panoramas sombríos -como el de Alcoa- ya vamos bien servidos. Y llegados a este punto, convendría escuchar la atinada observación que esta misma semana hizo el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Luis Esteban Alcalde, sobre la falta de suelo industrial para el emplazamiento de nuevos proyectos. Sería imperdonable haber desplegado recursos que hacen atractiva la comarca a ojos de nuevas empresas y no tener una mala parcela que ofrecerles.
