Existe una Ley de Murphy -ya saben esas formas cómicas de explicar los infortunios en todo tipo de ámbitos- que dice así: "Las probabilidades de que alguien haga algo son inversamente proporcionales al número de personas que pueden hacerlo en su lugar". Una ley jocosa, sí, pero perfectamente aplicable al retraso que acumula la puesta en funcionamiento del colector industrial de la ría de Avilés, una tubería llamada a evacuar al mar con seguridad los vertidos de las principales empresas de la comarca y que ya lleva cuatro añitos en el limbo. Primero era que había que poner un cable eléctrico y ahora se trata de que alguien tiene que firmar un papelito, aunque el susodicho dice haberlo firmado y siembra la duda de si será que los otros lo han perdido. ¡Oigan, esto no es serio! En fin, tomémoslo con humor; Murphy tenía explicaciones para todo: "Si existe una manera de retrasar una decisión importante, una burocracia eficaz, pública o privada, la encontrará".
