Esta misma semana hemos sabido de la dimisión del señor Ignacio Mielgo como concejal de la USPC en Corvera. Y ahora que se ha ido, creo que tiene una gran ocasión para pedir disculpas por su comportamiento durante la pasada campaña electoral. Y me explico. El señor Mielgo, amparado por su mentor el señor Moro -exalcalde de este municipio, que dejó una más que dudosa herencia en cuanto a gestión municipal se refiere- se dedicó con ahínco antes de las elecciones a insultar y difamar la figura de nuestro alcalde Iván Fernández quien, dicho sea de paso, hizo caso omiso de aquellas provocaciones.
Ahora que se marcha por la puerta de atrás, insisto, debería pedir disculpas públicamente por lo que hizo y dijo -o se vio empujado a hacer o decir-, lo que incluye tratar de ensuciar la vida pública de este municipio, mentir y descalificar al Alcalde e, incluso, a su familia. Eso, señor Mielgo, les pasó factura en los resultados electorales y debería servirle de reflexión. O, tal vez, ya ha reflexionado y su arrepentimiento le ha llevado a asumir que esas no son las formas que deben regir la política y por ello ha dicho adiós...
Este es un buen momento para reconocer que tener como bandera la difamación no lleva a buen puerto y, para colmo, su papel como capitán ha quedado en entredicho al abandonar el barco que a todas luces naufraga. Los vecinos y vecinas de Corvera, con sus votos en las últimas elecciones, le pusieron en su sitio. Tal vez, su conciencia sea la que le ha movido ahora desde la bancada de la oposición municipal a su casa. Aproveche la ocasión, señor Mielgo, y pida disculpas.
