Es verdad que Avilés lleva décadas instalada en la desilusión futbolística, ¡qué se le va a hacer! Pero a cambio, brilla con luz propia en otras especialidades deportivas, ésas que malviven arrinconadas por el estigma de su condición de "minoritarias". Sería un craso error, no obstante, darles la espalda porque las buenas dotes organizativas de los responsables deportivos de la ciudad han logrado que Avilés sea conocida en toda España gracias a la celebración de pruebas de postín, como campeonatos de España -e incluso Europeos- de judo, de escalada, de diferentes disciplinas atléticas o de piragüismo, entre otros. Sin ir más lejos, el año que viene tendremos en la ciudad un Mundial de duatlón y la Vuelta a España suele hacer parada a la vera de la ría. Ya se ha comentado muchas veces que el deporte deja pingües beneficios a la ciudad en forma de proyección turística, ocupación hotelera y actividad hostelera; ojalá el sector se mantenga en forma.
