Si alguna virtud tiene el alcalde de Corvera, Iván Fernández, es saber venderse. Vende hasta lo que no ha logrado.

En agosto de este año, nos vendía 2,5 millones de euros en concepto de tasas y 200.000 euros anuales en concepto de IBI y de IAE más 200 puestos de trabajo, como consecuencia de un gran proyecto de la empresa Barrick Gold, su sobrenombre "el timo del cobremocho".

Antes, en marzo del 2015, Iván Fernández anunciaba/vendía grandes inversiones con cargo al convenio suscrito con Asproast, en virtud del cual tendrían que engrosar las arcas municipales un millón de euros. "Aunque la empresa está en fase concursal no hay problema con el cobro. En las próximas semanas, Asproast pondrá a la venta sus activos y, según se vayan vendiendo, el Ayuntamiento recibirá el dinero", aseveraba, sin dejar ningún atisbo de duda.

Califiqué, en aquellos momentos, de tocomocho, el cobro del citado importe. No es que me hubiese iniciado en el ejercicio de la adivinación, sino que dicha aseveración era fruto de un ejercicio de estricta y simple lógica. La empresa, Asproast contaba con unos activos de 30 millones de euros para hacer frente a una deuda de 52 millones. En romano paladino, no había bienes con qué pagar a los acreedores privilegiados y nuestro Ayuntamiento, a mayor abundamiento, no era uno de ellos.

Foro, en octubre, al comprobar que no se había realizado el cobro de dicha cantidad, preguntó por el citado convenio. Iván Fernández, en un ejercicio de irresponsabilidad y felonía política, dijo: " No es culpa mía y estamos negociando; si se hubiese pedido el aval, antes de que Asproast entrase en concurso, el dinero ya estaría en las arcas municipales". Abalorios, para desviar la atención.

Antes, en agosto, aleccionaba a gobiernos anteriores en la gestión de los avales, como en el de los Balagares: "Nosotros sí pedimos los avales". ¿Pero dónde está el de Asproast, señor Fernández?

Los dislates socialistas en este convenio se deducen de un informe del secretario municipal de fecha 9 de mayo del 2012, siendo concejal de Hacienda el actual Alcalde. En base a este informe, cabe concluir que si el Alcalde hubiese hecho lo que debía, las inversiones anunciadas/vendidas por él con cargo a ese dinero, seguro ya eran una realidad. Repasemos la gestión.

Los socialistas no tuvieron la diligencia obligada en la negociación del convenio al no haber contemplado la exigencia de presentación del aval con la aprobación inicial del PGOU. Para continuar, Iván Fernández no requirió ese aval a la aprobación definitiva del plan, (como sí permitía el convenio). Tampoco se dio traslado en el procedimiento concursal ante el Juzgado de lo Mercantil, (una vez Asproast entró en concurso), de la necesidad de presentación del citado aval.

Dejando al margen el tema del aval, Iván Fernández, además, no se aseguró de que el promotor hubiese inscrito el citado convenio en el Registro de la Propiedad, a fin de que hubiese sido conocido por todos. El señor Fernández, por último, no exigió el pago del millón al vencimiento del plazo, es decir, transcurridos los tres meses de la publicación en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) de la aprobación definitiva del PGOU de Corvera.

Reconozco que este convenio despierta mi atención. Convenios de la misma época, pero con otros promotores, sí contemplaban la presentación del aval, aún cuando el importe a ingresar en el Ayuntamiento fuese seis veces menor. El convenio con Asproast, además de su gran importancia por el montante a desembolsar al Ayuntamiento, guarda otra cualidad, en absoluto baladí, cual es su vinculación con Sogetesa; sí, esa con la que el señor Fernández dice que estoy obsesionada. La coincidencia entre socios/accionista entre Asproast/Sogetesa, unido a la condonación de la deuda que el Alcalde hizo a esos mismos empresarios en la liquidación de la empresa semipública son motivos más que suficientes para justificar mi preocupación. La única obsesión de la que suscribe es que el montante y las compensaciones contempladas en el convenio que nos ocupa lleguen a beneficiar a todos los vecinos de Corvera, dado que la Administración ya ha cumplido con sus obligaciones.