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Por qué debe gobernar Rajoy

Si el candidato más votado no está legitimado para formar un nuevo Ejecutivo, entonces no lo está ninguno

Los resultados electorales del 20-D revelan que se ha producido un cambio sin precedentes en la política española, como nunca se había visto desde la nueva etapa democrática. Ante estos resultados toca a los políticos abandonar sus intereses partidistas y preocuparse sólo por el bien común de todos los ciudadanos. Las posturas intransigentes no conducen sino a degradar la vida social y a enfrentar a los ciudadanos en "reinos de taifas" que conducen a desacreditar más aún la clase política, porque son muchos los ciudadanos que, no sin razón, ven que los políticos sólo se preocupan en pisar moqueta y ocupar sillones.

En Asturias las cosas están empeorando porque se recurre de forma casi general a prorrogar los presupuestos tanto en el ámbito de la comunidad autónoma como en las grandes ciudades, en donde los maximalismos partidistas hacen ingobernables las instituciones. Lo del Presidente Asturiano es de nota: pide un Gobierno para España y no lo puede lograr en Asturias.

Desde el punto de vista nacional, las circunstancias son aún peores. España necesita un Gobierno sólido y estable para que la mejora incipiente que empezaba a notarse en los dos últimos años se consolide y se extienda al mayor número posible de familias; para que siga aumentando el empleo; para que se aseguren las pensiones; para que no disminuyan las prestaciones sociales -sanidad, educación...-, para que consolide la buena marcha de la economía, para que se sigan tomando medidas que den confianza a los inversores y los empresarios, que son los que aumentan el empleo y por lo tanto hacen que disminuya el paro; y para que continúe la reducción del déficit y se ataque de raíz el grave problema de la corrupción.

Para todo esto hace falta un Gobierno estable, que se forme cuánto antes y que tenga un amplio respaldo parlamentario. El gran peligro para España es, actualmente, un Gobierno multipartidista, populista y revanchista, según el fracasado modelo griego. Por eso lo más conveniente y razonable es un Gobierno presidido por el candidato más votado en las pasadas elecciones. Intentar un Gobierno socialista respaldado casi por una docena de partidos, todos distintos y contradictorios, no genera estabilidad y confianza ni en España ni fuera, además de ser prácticamente inviable.

Las declaraciones del secretario de Organización del PSOE, César Luena -de profesión doctor en Humanidades-, son una provocación manifiesta porque afirma sin rubor que Rajoy tiene la iniciativa de forma Gobierno y al mismo tiempo lo descalifica afirmando que forma parte del pasado, del inmovilismo y de la imposición, además de estar próximo a la corrupción. Lo más razonable es un Gobierno presidido por el actual Presidente en funciones, el señor Rajoy.

A los socialistas sólo parece unirlos el cordón sanitario contra Rajoy, porque se les ve muy divididos por el liderazgo de Pedro Sánchez, al que algunos le quieren quitar la silla. Lo que España necesita sin demora y con urgencia es un Gobierno presidido por Rajoy porque así la han dicho una mayoría de españoles, al ganar el PP las elecciones, con amplio apoyo parlamentario, capaz de gobernar y que genere confianza tanto en España y más aún fuera, y que ofrezca certidumbre a todos los españoles.

Lo que no se puede permitir España es repetir las elecciones por la falta de miras y patriotismo de quienes deben dar ejemplo, que son los políticos. Si Rajoy no está legitimado para formar Gobierno, según el PSOE, aunque sea el ganador más votado, ¿cómo lo va estar Pedro Sánchez, que ha obtenido los peores resultados del PSOE desde que se instauró la democracia?

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