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Diario de a bordo

La obra y figura de Santiago López

Un cántabro que dejó impronta en la ciudad

Otra persona relacionada con nuestro Puerto y que ha sido reconocida por la ciudad asignando su nombre a una de nuestras plazas es el cántabro Santiago López y Díaz de Quijano (1861-1928). Fue en diciembre de 1938, cuando la segunda Gestora Municipal Franquista presidida por José López-Ocaña y Bango, a propuesta del concejal don Román Suárez Puerta, interesa se dé a una calle de Avilés el nombre de don Santiago López, Marqués de Casa Quijano. Así se acuerda y, desde entonces, la antigua Plaza de San Sebastián o de la Alameda Vieja o de la Pescadería o de María Cristina, se llamará, hasta la actualidad, "Plaza de Santiago López".

Aunque la concesión de la plaza la hace una corporación franquista, en los primeros momentos del régimen en Avilés, Santiago López nada tiene que ver con dicho sistema político, ya que había muerto antes tan siquiera de proclamarse la República. Fue primo carnal del segundo Marqués de Comillas, Claudio López Bru. Había sido diputado a Cortes por Santander en 1896 y también Senador en 1903. Fundó, junto con su primo, la Compañía Trasatlántica Española que, en su momento, fue la empresa naviera más importante de Europa. También fue presidente de la empresa Hullera Española.

Pero no solo fue una personalidad relevante en los campos político y económico, sino que destacó también como mecenas cultural y educativo. A su mecenazgo se debe en buena parte la fundación de la Universidad y el Seminario Pontificio de Comillas. Precisamente por ello, obtiene el título de Marqués de Casa Quijano, concedido por el Papa Benedicto XV y certificado por el Rey Alfonso XIII.

Capítulo aparte a destacar fue la relación que tuvo con la cuenca del Caudal, especialmente con Aller, en donde como en Avilés, tiene también una plaza dedicada, con el nombre de "Plaza del Marqués de Casa Quijano".

En 1892, se constituyó la empresa Sociedad Hullera Española, con domicilio social en Barcelona, y con Santiago López como director/gerente de la misma. Desde ese momento, la empresa decide invertir en el valle del Caudal, con el objetivo de la extracción de hulla. El carbón obtenido va a salir de Asturias, desde ese, a través de los puertos de San Esteban y, especialmente, de Avilés.

Recordar que en 1890 se había puesto en servicio el ramal ferroviario de Villabona a San Juan de Nieva, que potenciaba exponencialmente la capacidad logística de nuestro Puerto, especialmente para la exportación de carbón y para la importación de maquinaria y explosivos para las minas. Precisamente las explotaciones mineras que dirigía Santiago López estaban situadas a 4 km de la estación de Ujo, desde donde se transportaba el carbón a Avilés con un recorrido de 52 km. En el año 1900, se decide ampliar la línea férrea hasta Moreda, para transportar el carbón del valle del Aller. Esta ampliación se hace sin costo alguno para el erario público, merced a una concesión de explotación de la línea a la Hullera que dirige Santiago López. Por tanto, va a ser el prócer una persona decisiva en la captación de ese tráfico carbonero para nuestro puerto, con la riqueza económica y la mano de obra que suponía el mismo. Hubo también un barco de su compañía, que hacía el transporte de carbón a Barcelona y con una especial relación con nuestro puerto, que llevará el nombre de Santiago López. Era un buque con capacidad de unas 5.000 toneladas de carga y estuvo capitaneado, durante un tiempo, por el avilesino Policarpo Hevia y Menéndez-Sierra, haciendo escalas continuas en Avilés principalmente, aunque también en San Esteban de Pravia. Durante la guerra civil el barco permaneció siempre en zona republicana y, al final de la guerra, se interna en Francia transportando refugiados de guerra. Tras la contienda es recuperado por la naviera y sigue abasteciendo Barcelona hasta 1949, en donde se pierden las noticias del mismo, que vuelven a aparecer en 1971 en que regresa a Avilés para ser desguazado en nuestro Puerto.

Pero decíamos que Santiago López estuvo muy relacionado con el valle del río Aller a través de su compañía minera. La empresa ejerció una política paternalista con los trabajadores creando poblados, escuelas, economatos, hospitales, etcétera. Hasta la antigua iglesia de Moreda, que amenazaba ruina, fue demolida en 1919 y en su solar se edificó el actual templo financiado por el Marqués de Casa Quijano. La inauguración del nuevo templo fue seguida por gran cantidad de gente y se realiza en 1923. Al mismo tiempo que la iglesia se inaugura también la renovada plaza central de Moreda que, hasta entonces y desde época inmemorial, se había llamado "Campo de la Iglesia". A partir de ese momento pasará a denominarse, hasta nuestros días, plaza del Marqués de Casa Quijano, por concesión municipal y como muestra de agradecimiento hacia la persona de don Santiago.

En Avilés, aduciendo sus gestiones a favor del puerto para que reuniese las mejores condiciones para el tráfico general y, especialmente el de carbones, así como por su interés y decisión porque esta materia prima saliese por nuestro puerto, es por lo que el Ayuntamiento, a propuesta de los consignatarios portuarios decide dedicarle la plaza que, desde la fecha referida de diciembre de 1938, lleva su nombre, siendo incluso costeadas las placas nominativas de la misma por los armadores locales.

Así sucedió y así se lo cuento a ustedes en esta nueva entrega de mi "Diario de a bordo".

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