Los franceses lo llaman "déjà vu" (ya visto) y los neurólogos lo bautizaron como paramnesia, esa situación extraña de haber estado ya en un lugar determinado, haber conocido ya a una persona? haber presenciado ya el espectáculo que ofrecen estos días los dirigentes de la cofradía de pescadores de Avilés y los responsables de las instituciones implicadas en la comercialización de pescado en el puerto local. El objetivo de unos y otros es legítimo -controlar la rula en el caso de los primeros, evitar que acabe en manos de ventajistas los segundos- pero fallan las formas estrepitosamente. Tal parece que unos y otros son incapaces de jugar este partido sin embarrar el campo.
Sostienen los expertos en paramnesia que después de vivir un episodio de esa naturaleza nos quedamos confusos, pues no podemos dar una explicación racional a lo que ha pasado y acabamos desorientados o incluso sobrecogidos, exactamente el estado de ánimo al que llegaríamos si por estos tira y afloja la rula de Avilés -la gran rula de Asturias- se va al carajo.
