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Eloy Méndez

Análisis | El tenso clima de la política local

Eloy Méndez

Reñidos con el diálogo

La estampida de todos los concejales de la oposición a los dos minutos de comenzar el Pleno de ayer en el Ayuntamiento de Avilés, como en la mejor escena de la película "Jumanji", se ha convertido en la imagen icónica del desencuentro que mantienen el PSOE y el resto de partidos desde que comenzó el mandato municipal, mediado 2015. El motivo de fricción esta vez han sido varias facturas en el cajón que el gobierno local urge a pagar a través de unos reconocimientos de crédito extrajudiciales, considerados abusivos y comunicados fuera de tiempo y forma por los demás. Pero, durante los últimos meses, cualquier excusa ha sido buena para que unos y otros se tiren los trastos a la cabeza, creando un clima político turbio y, por momentos, grotesco; con capítulos especialmente tensos, como los debates para constituir una comisión de investigación sobre la adjudicación del servicio del agua o para aplicar la ley de memoria histórica en el concejo.

Esta actitud ha propiciado interminables discusiones en los plenos, donde salen a relucir cuestiones de lo más variado, muchas de ellas alejadas de las competencias municipales, como el conflicto de Oriente Medio. Sesiones en las que brilla por su ausencia el consenso, con contadas excepciones, como el pacto tributario al que llegaron el gobierno y el PP en noviembre. La oposición culpa a los socialistas, con sólo 8 de los 25 asientos, de falta de talante tras muchos años de cómodas mayorías. Y el equipo de la alcaldesa, Mariví Monteserín, se queja de que no encuentra en la bancada de enfrente interlocutores con conocimientos y ganas suficientes para alcanzar acuerdos básicos. Este escaso "feeling" sería una anécdota si no afectara a asuntos de tanta trascendencia para los avilesinos como los presupuestos locales, camino de la prórroga. La mayor pluralidad de la Corporación, beneficiosa a priori, ha derivado en un mayor bloqueo. Dos no negocian si uno no quiere. A día de hoy, ninguna de las partes implicadas ha dejado claro que esté por la labor.

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