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Concejala de Izquierda Unida en el | Ayuntamiento de Avilés

Distintas mujeres, una sola lucha

La batalla contra la discriminación en diferentes ámbitos

Creo que en algún periódico he leído que "lo contrario del olvido no es la memoria, sino la verdad" referido al movimiento de las Madres de la Plaza de Mayo Argentinas, luchadoras incansables por la verdad, la justicia y la reparación. Una muestra de como las mujeres, a pesar del ninguneo histórico de nuestra lucha, han sido, son y serán un motor de regeneración, de lucha, de dignidad.

Vaya en primer lugar mi repulsa más enérgica por el asesinato de Berta Cáceres, una mujer que fue capaz de poner patas arriba al Banco Mundial por luchar por los derechos de "la tierra", como ella solía decir. Amenazada de muerte, no dudó en enfrentarse a grandes corporaciones en la defensa del río Guadalupe y a favor de los derechos de los pueblos indígenas de Honduras.

Que la tierra te sea leve.

Un día como hoy, nos toca a nosotras reivindicarnos y armarnos de razones porque la lucha continúa, porque la brecha salarial aumenta, porque somos el sustento de tantas familias, porque nos siguen utilizando como arma de guerra, porque las mafias cada vez se enriquecen más utilizándonos como mercancía, porque incluso intentan legislar sobre "la prostitución" y nadie nace puta, y porque nos siguen matando.

Quiero hacer un homenaje a tantas y tantas mujeres que son un ejemplo de trabajo y lucha.

1) A las trabajadoras de las fábricas textiles en Manila, organizadas para combatir la pobreza y esclavización de multinacionales.

2) A las cooperativistas de comercio justo en algunos países asiáticos que luchan por dignificar el trabajo agrícola como medio de vida.

3) A las iniciativas de mujeres en Guatemala y Bolivia como transmisoras de conocimiento a otras y cuyo objetivo es acabar con la malnutrición infantil.

4) A las Madres de la Plaza de Mayo.

5) A las Mujeres de Negro contra la ocupación israelí de los territorios palestinos.

6) A las activistas de Femen, poniendo en jaque a gobiernos como el ruso o ucraniano o protestando en el mismo Parlamento español para espanto del entonces presidente de la Cámara y la bancada popular.

7) A las compañeras de calle en la lucha por nuestro derecho a decidir, o la gran marcha contra las violencias machistas del 7N en Madrid.

8) A tantísimas mujeres anónimas que se organizan para hacer frente a la barbarie y la guerra como en la India contra las sistemáticas violaciones como la de Amanat o el movimiento que se gesta en Pakistán por el derecho a la educación tras el ataque a Malala.

9) A Caddy Azduba, activista, que junto con un grupo cada vez mayor de mujeres congoleñas luchan por la defensa de los derechos de las mujeres, la infancia y la libertad de prensa.

10) A las mujeres de Arabia Saudí que se rebelan contra las leyes que no les permiten ni siquiera conducir.

Son muchas las experiencias y los retos que nos quedan por conseguir, de modo que no podemos bajar la guardia ni la intensidad.

Las guerras se ganan luchando una a una cada batalla, y en ello estamos, día a día, paso a paso, derecho a derecho hasta que consigamos la igualdad entre hombres y mujeres. Exigimos que se asienten las bases de desarrollo de la sociedad, generando empleo de calidad y eliminando los obstáculos que imposibilitan el logro de la autonomía personal y económica de las mujeres. Hay que desterrar las desigualdades, la discriminación laboral, la cosificación de las mujeres y fomentar nuestra participación activa en el proyecto de ciudad, de comunidad o de nación. La transformación será feminista, o no será.

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