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Concejala de Foro en Corvera

"Cómplice necesaria" versus cooperador necesario

Sobre qué políticos corveranos tienen vínculos con la llamada trama de Aquagest, mal que le pese al actual gobierno socialista

Hace unos siete días, un comunicado del gobierno de Corvera se refería a mi persona, en relación con la "trama Aquagest", como "cómplice necesaria en esta trama"; y mi actitud se calificaba de "ruin y rastrera", entre otros exabruptos.

Ya dijo el escritor francés Michel de Montaigne que el signo más cierto de sabiduría es la serenidad constante. Esta es, y no otra, la razón de la espera de más de siete días para dar respuesta a las calumniosas palabras del alcalde, Iván Fernández, sobre mi labor en el "tema Aquagest", la consecución de la serenidad necesaria.

En la pasada legislatura, diferentes mociones y propuestas fueron presentadas por Foro para mejorar la calidad de las piscinas municipales y también con el ánimo de recuperar este servicio. Igualmente, ofrecimos nuestro apoyo al Alcalde para mejorar en toda actuación tendente a la consecución de estos dos objetivos.

Con esa intención en el año 2013, Foro fue el único partido que apoyó una moción para que el Ayuntamiento se personase en el juicio sobre las presuntas irregularidades vinculadas a Aquagest. El PSOE, en cambio, se abstuvo. A día de hoy seguimos sin estar personados; Foro denunció este hecho hace unos días.

Nuestro "iter" ha sido ofrecer propuestas, ofrecer apoyo y exigir transparencia. Dos millones de euros, pagados íntegramente por todos los corveranos, eran y son fundamento más que suficiente para esta posición. La postura o estrategia del PSOE fue hacer una modificación de contrato, firmada en diciembre del 2011 (siendo Iván Fernández concejal de Hacienda), en virtud de la cual debemos de pagar anualmente a Aquagest una subvención que en 2015 ascendió a más de 100.000 euros. El gobierno no ha personado aún a nuestro Ayuntamiento en el citado juicio, pero como algo personal, cosecha propia del actual alcalde, Iván Fernández, sí que lleva más de cinco años responsabilizándome de la adjudicación a Aquagest.

Este escrito pretende ser la reivindicación de la verdad contra la mentira, el enfrentamiento a la tiranía del que no duda, a sabiendas, de calumniar una y otra, y otra vez con la esperanza de que su mentira se convierta en verdad a los ojos de los demás. Pero conviene recordar lo que dijo Aristóteles, que "la recompensa del mentiroso es no ser creído aun cuando diga la verdad"; esa es la consecuencia que anhelo para la estrategia del señor Fernández, que supone un quebranto de la ética política y a la moralidad mínima exigible a cualquier representante político.

Iván Fernández intenta emular a los físicos con la Teoría Unificada, jugando al escondite con el tiempo y el espacio, pero por más que desee mi presencia en un momento en el tiempo y en el espacio, la misma no es posible. Ese momento es el 22 de junio de 2009, momento en que fue adjudicado el contrato de las piscinas a Aquagest; en aquel entonces Teresa Domínguez no era concejala, ni gobernaba, ni estaba afiliada a ningún partido, ni estaba siquiera en política.

Espero que lo que dijo Alessandro Manzoni no sea cierto "las injurias tienen un gran privilegio frente a los razonamientos, la de ser admitidas sin pruebas por una multitud de lectores". Mis pruebas están a disposición de todo aquel que las quiera ver, como así expuse a Iván Fernández en un Pleno, pero la mentira debe de ser la única arma del incompetente, o la única opción que le queda al culpable, al malicioso, al que de forma premeditada intenta causar daño.

Lo que sí existe en la documentación del "caso Aquagest" es un documento del Ministerio de Economía que informa de supuestas irregularidades en la construcción de las piscinas corveranas, habla de la adjudicación sin licitación previa del contrato de las obras del aparcamiento de las piscinas, presupuestado en 174.840,25 euros, sin justificación ni siquiera del coste de los trabajos, que fueron adjudicados por el PSOE corverano a una empresa en el año 2008, siendo concejal de Hacienda Iván Fernández.

Casualmente, esa empresa encargó en 2006 un estudio para solucionar los problemas de cimentación de las piscinas a una empresa vinculada a la investigación del "caso Marea", perteneciente al hijo de José Luis Iglesias Riopedre, dándose además la circunstancia de que el actual alcalde, Iván Fernández, por entonces concejal portavoz municipal del PSOE en Corvera, ejercía en esa legislatura como personal de confianza en el gabinete técnico de la consejera de Cultura Ana Rosa Migoya, imputada en ese juicio.

En mi caso, no tengo que inventar la coincidencia en el tiempo y el espacio, Iván Fernández sí estaba en ese universo, como sí lo estuvo en la condonación de las deudas a los empresarios en la disolución de Sogetesa (la sociedad mixta local de gestión del suelo), o como lo estuvieron algunos de sus familiares al ser empleados en algunas de las empresas del fundador de ésta.

Finalmente, a diferencia de lo que hace el actual alcalde, no me escondo, firmo mis palabras para que no haya duda de mi autoría: los cobardes, en cambio, se esconden para insultar y calumniar detrás del "gobierno de Corvera". Quiso llamarme "cooperadora necesaria", y su falta de conocimientos le llevó a referirse a mí como cómplice necesaria, figura procesal penal inexistente, como lo es la de "interesado" a la hora de una personación como acusación. En fin, ya se sabe que la ignorancia es la madre del atrevimiento.

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