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De artistas avilesinos en el Museo de Bellas Artes

El autor repasa la nómina de creadores locales que, como él mismo, mostraron su obra en el gran escaparate regional de las artes plásticas

Al hilo de una información publicada en estas mismas páginas hace unos días en la que en sus primeras líneas se decía literalmente que Carlos Suárez "será el primer avilesino que tenga una exposición individual en la pinacoteca asturiana" me he impuesto la obligación de investigar cuántos han sido los artistas que antes de que Carlos lo haga este mes de abril habían podido presentar su obra, en una muestra individual, en las salas de la que podría considerarse la más importante de las instituciones dedicadas a las artes plásticas en nuestra comunidad.

Desde la lectura de esas primeras líneas antes aludidas ya sabía que tal afirmación no era cierta; entre otras cosas porque yo mismo había tenido la oportunidad de exponer en el Bellas Artes en el ya lejano año de 1984. Y como también sabía que otros habían pasado por la misma circunstancia, no estaría de más repasar esa relación, tanto por preservar el rigor histórico como por poner las cosas en su debida verdad. No es tarea muy difícil porque dada la "juventud" del Museo cualquier persona medianamente informada del acontecer del arte en nuestra región podría hacerlo. El Museo de Bellas Artes de Asturias se inaugura el 19 de mayo de 1980, con lo que son casi treinta y seis sus años de andadura; y aunque no sean muchos los artistas avilesinos que han pasado por sus salas temporales en una muestra unipersonal, si son los suficientes para, con todas las salvedades que se quieran hacer a esa nómina en cuanto a su consideración de "avilesinos", decir que alguno ha habido.

El primero de todos ellos será Nicolás Soria (Avilés, 1882-Oviedo, 1933), de quien se presentó una amplia exposición antológica que reúne 72 obras, además de fotografías y objetos personales. La muestra pudo visitarse a lo largo del mes de febrero de 1983 y el catálogo recoge textos de Emilio Marcos Vallaure y José Antonio Fernández-Castañón, entonces codirectores del Museo.

Le seguiría en esa relación la obra del escultor Ignacio Bernardo (Avilés, 1954) quien da un monumental salto de calidad al trasvasar la obra presentada durante el mes de mayo en la Casa Municipal de Cultura de Avilés, en lo que sería su primera individual, a la sala de exposiciones temporales del Museo ovetense. Sus bronces pudieron verse durante todo el mes de junio de 1983 y la parte literaria del catálogo es cubierta por Javier Barón y Ramón Rodríguez.

Durante los meses de marzo y abril de 1984, quien firma estas líneas, Ramón Rodríguez (Avilés, 1943), cuelga treinta obras de su serie "Kiss me baby"; el catálogo volvía a completarse con textos del propio artista y de Javier Barón. El eximio pintor Juan Carreño de Miranda (Avilés, 1614-Madrid, 1685) fue durante los meses de octubre y noviembre de 1985 el ocupante de las salas del Museo. Suyas eran las mismas trece obras que el mes anterior se habían visto en la Iglesia Vieja de Sabugo dentro de los actos del tricentenario de la muerte del pintor. En Oviedo se complementaron con otras obras adscritas a la pintura barroca madrileña. El catálogo transcribe la biografía de Carreño debida a su coetáneo Antonio Palomino y los textos descriptivos de las obras son de José Antonio Fernández-Castañón y Emilio Marcos Vallaure.

Hasta aquí, en sentido estricto, serían los expositores individuales nacidos en Avilés. Pero seríamos injustos y hasta faltaríamos a la universalidad imperante en nuestros tiempos si no considerásemos a otros artistas residentes en Avilés y en su comarca -alguno de ellos desde su más temprana edad y donde aún sigue viviendo y trabajando- que incluso han figurado en las más variadas muestras colectivas organizadas bajo el calificativo de "avilesino".

Es el caso de Vicente Pastor, quien residió en Avilés durante al menos tres etapas distintas; el de Ricardo Mojardín, cuya casa familiar estuvo en Santa Cruz, a orillas del pantano de Trasona, y quien se forma inicialmente en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés; o el de Francisco Fernández, quien vivió en Piedras Blancas pero tuvo estudio en Avilés y se relacionó con artistas avilesinos.

Los tres pueden vincularse a los tiempos históricos de la antigua Casa de Cultura de la calle Jovellanos y como tales figuraron en varias exposiciones. Mojardín y Vicente Pastor lo hicieron en las "Jornadas de Asturias en Madrid", organizadas por el Ayuntamiento avilesino en el Centro Asturiano de Madrid durante el mes de junio de 1984. Francisco Fernández y Vicente Pastor completaron, junto a Ignacio Bernardo y Ramón Rodríguez una exposición de artistas avilesinos en la efímera Librería/Galería Palas Atenea en el Carbayedo Nuevo.

En septiembre de 1985 un grupo formado por José Francisco Álvarez Busto, Francisco Fernández, Ricardo Mojardín, Vicente Pastor y Ramón Rodríguez viajan a Valladolid y en la Caja de Ahorros Provincial de la localidad castellana presentan la exposición "De un lugar del norte llamado Avilés". Las fotos del catálogo están firmadas por José Ferrero y en el texto el historiador Javier Barón se refiere a la Casa de Cultura y dice que "este nuevo centro actúa como polo de atracción de jóvenes pintores no solo nacidos en Avilés, sino procedentes de lugares cercanos -Salinas, Piedras Blancas, Trasona-. Así que la avilesinidad, permítaseme el término, de quienes no han nacido en la villa de Pedro Menéndez está cubierta y, al menos en los tiempos en que expusieron en el Bellas Artes, eran considerados tan avilesinos como el que más y ellos mismos aceptaban el calificativo. Y otro tanto ocurre con José Ferrero -que era a quien me refería líneas arriba argumentando su temprana llegada a Avilés a sus cuatro años- y quien aún reside y trabaja en la ciudad.

Por los datos aportados, todos estos artistas "foráneos" creo deben figurar de pleno derecho en esta relación de expositores avilesinos, pues lo eran por su actividad artística en los momentos en que expusieron individualmente en el Museo de Bellas Artes de Asturias. De ellos será Vicente Pastor (Barcellina, Luarca, 1956) quien en octubre de 1984 presente "Frescos", una colección de 20 obras en la que ya insinúa la línea estética que será una de sus constantes creativas. Los textos son citas de diversos autores, algo a lo que frecuentemente recurre Pastor.

La exposición "Pinturas, dibujos, esculturas, 1987" de Francisco Fernández (San Juan de la Arena, 1950) se exhibe en el Museo durante los meses de junio y julio de 1987 y comparte fechas con otra de Ricardo Mojardín (Rebollal, Boal, 1956) que reunía pinturas y libros de artista. En 1991, entre marzo y abril, el fotógrafo José Ferrero (León, 1959) presenta su serie "Interiores" y en el catálogo escriben el propio artista y Javier Larios Ortuño. Francisco Fernández -ahora ya como Paco Fernández- vuelve a ocupar los espacios expositivos en octubre de 1992 con la muestra titulada "Lisboa: Paco Fernández" con textos explicativos del artista y de José M. Valdés.

Repetirá presencia, entre diciembre de 1992 y enero de 1993, Ricardo Mojardín con una serie titulada "Grabados", técnica a la que, desde entonces, prestará una gran atención y así lo atestiguan los escritos de María Álvarez Morán y Francisco Crabiffosse. Y cierra la relación una nueva aparición de José Ferrero, en esta ocasión con la exposición titulada "19 retratos" recogidos en un catálogo con textos de Francisco Crabiffosse; tuvo lugar en los meses de marzo y abril de 1996.

Todas estas muestras citadas son las que pueden ser consideradas como las individuales de artistas avilesinos en el Museo de Bellas Artes de Asturias; unos, artistas avilesinos por haber nacido en la ciudad y otros, artistas avilesinos por haber vivido, haberse formado y trabajado en Avilés y haber querido ser considerados, en algún momento de su trayectoria artística, como avilesinos. A ellos se unirá, a partir del próximo mes de abril, el artista Carlos Suárez. Él será, pues, el quinto de los nacidos avilesinos y el noveno entre los que de alguna manera pueden ser considerados como tales.

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