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Escritor

Los diablos de Panamá

La tentación de defraudar al Fisco

Si quieren que sea sincero, me falta valor para defraudar. No me atrevo. No crean que es cuestión de escrúpulos, es miedo. Ya sé que todos ustedes son gente muy concienciada que, cuando hace la Declaración de la Renta, declara hasta el último céntimo y no se les pasa por la cabeza escaquear unos euros. Pero a mí me tienta el diablo y me deja con la miel en los labios. Me susurra que puedo pagar menos. Me pone ejemplos de gente que gana una millonada y le sale a devolver, y luego se pira, como quien dice: tú verás lo que haces. Y, yo? ¿qué quieren que haga? ¿Qué puedo hacer si nunca tuve asesor ni sé cómo se crea una sociedad en un paraíso fiscal? Pues nada, acabo pagando lo que me piden y paso dos o tres días fatal. Repitiéndome, una y otra vez, que no aprendo, que cuanto más viejo más tonto.

Los míos tratan de consolarme haciéndome ver que lo que me duele pagar lo gano en tranquilidad. Dicen que imagine como estaría, ahora, si tuviera una sociedad en Panamá.

Pues no sé, supongo que estaría igual de preocupado que la infanta Pilar, Almodóvar o Platini. Siempre podría decir que fue cosa de mi asesor o de un error informático. La infanta Cristina apareció con trece propiedades sin declarar y la Agencia Tributaria reconoció, al día siguiente, que había sido un error.

Todos cometemos errores. De modo que los "papeles de Panamá" es muy probable que sean un error garrafal. Para empezar señalan que Paesa creó una sociedad dos semanas después de que apareciera su esquela en "El País". Y ahí tienen a Vargas Llosa, que lo relacionan con la Sociedad Talome, creada por uno de sus asesores, el mismo que compró, quizá también por error, el ático de 283 metros que el escritor tiene en Madrid.

Lo que viene de Panamá hay que tomarlo con mucha cautela, no es de fiar. A mí no se me olvida cuando dijeron que habían torturado al general Noriega poniéndole "Welcome To The Jungle", de Guns and Roses, y canciones de Pink Floyd, Bon Jovi y Led Zepellin hasta que se rindió.

No me lo creo. Apelo a la razón. A lo que dijo Santo Tomas: "Et sensus ratio quaedam est". La razón respeta la realidad. Y la realidad, en este caso, es que esa música no puede ser tortura para ningún ser humano. Pero claro, estamos pasando por alto que el diablo es mentiroso y siempre trata de confundirnos.

El diablo sigue ahí, no ha desaparecido ni quiere perder su influencia. ¿No les parece mucha casualidad que los "papeles de Panamá" hayan aparecido coindiendo con la Declaración de la Renta? Yo lo veo como algo diabólico. Aunque, bueno, tampoco soy tan ingenuo como para negar que quienes aparecen en esos papeles no intentaran defraudar. Imagino que les pasaría como a mí, que también les tentó el diablo. Pero no son personas como usted o como yo, son gente importante. De modo que resistirían la tentación y acabarían pagando. Así que todo eso de que hay gente que gana millones y no paga ni un euro me suena a un invento de Satanás, utilizado por los antisistema. No sé si saben que, en Panamá, según la iglesia católica, hay censados dieciséis diablos y uno utiliza las castañuelas en su danza ritual.

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