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No se salva nadie

Julio Anguita

"La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma quieta; será un joven lechuzo y tarambana, un sayón con hechuras de bolero; esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste". Todo esto es cierto Antonio Machado, querido amigo, pero Julio Anguita...

También es cierto que vivimos en el país más corrupto de Europa, que según dicen los estudios y la estadística nuestros políticos son los más chorizos del continente. Qué voy a contarles que no sepan del Partido Popular y del Partido Socialista, que van picoteando de todos los quesos que encuentran: las tramas urbanísticas del PSOE en Andalucía y 17 Ayuntamientos afectados, deudas con Hacienda y la Seguridad Social (más de 600 millones de euros), la trama Gürtel del Partido Popular en Madrid y Valencia, tratos de favor con constructoras, el Gobierno de Jaume Matas en Baleares, Rita Barberá... Es cierto, todos lo sabemos, los dos grandes de la política, PP y PSOE, utilizan la corrupción como modo de gobierno, pero Julio Anguita...

Es cierto, no me olvido, todavía Francisco Franco está vivo en 317 calles de toda España. Es más, son 1.171 calles dispersas en 637 localidades las que llevan el nombre de algún personaje del franquismo. En cada esquina un asesino, en cada fosa común un muerto sin nombre, Y el Valle de los Caídos. Ya sé todo eso, pero Julio Anguita...

Es cierto, tiene razón Pérez-Reverte cuando dice que en España perdimos dos ocasiones históricas vitales: la primera fue nuestra posición en el Concilio de Trento, donde apostamos por un dios oscuro, reaccionario, siniestro y triste; la segunda fue la Guerra de Independencia, en vez de atacar el régimen podrido y la Monarquía analfabeta de Fernando VII nos pusimos a combatir contra los que nos traían la Ilustración, a los que apostaban por las luces los desterrábamos llamándoles despectivamente afrancesados. Todo esto es cierto, pero Julio Anguita...

Una última referencia: "Quien vota a los corruptos los legitima, los justifica y es tan responsable como ellos" (Julio Anguita).

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