Joseph Goebbels, ministro de propaganda en la Alemania nazi, resumió sus ideas acerca del control ideológico de las masas en unos pocos principios. Dice el Principio de orquestación: "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto". Desde que Podemos irrumpió en la escena política, los profesionales de la propaganda del régimen repiten la misma idea de manera incesante: Podemos es un partido financiado por Irán y Venezuela que pretende acabar con la democracia en el estado español. Ésa es la esencia, luego se pueden añadir perlas como la vinculación con ETA, el fundamentalismo islámico o los paraísos fiscales. Repite y repite y alguna gente dirá "cuando el río suena, agua lleva".
Dice el Principio de la exageración y desfiguración: "Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave". Entonces los tuits de Zapata, el presunto retraso de la tesis de Dani Ripa o la ausencia autorizada de Errejón de la Universidad de Málaga se convierten en titular destacado. Si después lo de Íñigo se queda en nada, a pesar de los esfuerzos de Susana Díaz, si Ripa se doctora con Sobresaliente cum laude o si un juez considera que los comentarios de mal gusto no son delito, aplíquese entonces el Principio de renovación, que dice: "Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa".
Los ataques tratan de bajar la moral de las personas que están dando el paso de tomar responsabilidades políticas. Desde las fotos falsas de Teresa Rodríguez, las ofensas machistas a Ada Colau o la campaña contra Rita Maestre al montaje reciente en torno a la jueza Rosell, todo vale. Sabemos que nos buscan, vivimos en vigilancia permanente. Aplican el Principio de la transfusión, que dice: "La propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente". Como la asociación entre política y corrupción está socialmente extendida quieren meternos en ese saco y que la gente piense "son todos iguales".
Ahora, en el PSOE de Avilés parece que se suman a la campaña. Se inspiran en el Principio de verosimilitud: "Construir argumentos a partir de informaciones fragmentarias". Dicho de otra forma, hilvanar ideas hasta relacionar a Podemos con el demonio. Citas a Den Xiaoping y contrapones la "elegancia oriental" a la aburrida prosa del gobierno local y te asocian con el maoísmo y las hambrunas del "gran salto hacia adelante", con los jemeres rojos y el genocidio camboyano y con las guerrillas de la India y el Perú. Ni el propio Inda se atreve a tanto. Supongo que esto sólo está empezando y tendré que acostumbrarme. Tengo que confesar que de joven trabajé sin contrato, que no siempre dejo la basura en el contenedor después de las 9, que alguna vez sobrepasé los 120 kilómetros por hora en autopista y que habitualmente descargo películas infantiles con e-mule. Acepté el compromiso de pelear en las instituciones lo que llevo peleando toda la vida en otros frentes y ahora, por primera vez, podemos ganar y ahí está el problema. Si sólo fuéramos una minoría ruidosa no se preocuparían tanto pero resulta que estamos disputando el gobierno a quienes llevan 40 años jugando al ping- pong. Va a ser verdad que el miedo y las sonrisas están cambiando de bando.
