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Militante del PSOE, miembro de la Fundación José Barreiro

Pacita, una mujer comprometida con el socialismo

En el adiós a María Paz González, histórica militante avilesina del PSOE

Acabamos de recibir la triste noticia del fallecimiento de quien fuera, durante más de 40 años, militante del PSOE de Avilés: María Paz González González, "Pacita". Había nacido en Buferrera (Onís) en el año 15 del pasado siglo y falleció en Madrid, en casa de su hijo Eduardo Lafuente.

Cuando estalló la Guerra Civil, Paz ya pertenecía a las Juventudes Socialistas de Cancienes, localidad en la que su padre, Francisco González, era secretario de juzgados. La guerra, como ocurrió en tantas otras familias, trastocó la vida del núcleo familiar de Paz, que tuvo que renunciar a sus deseos de estudiar Derecho. Y, lo que fue más grave, su padre fue ejecutado en la cárcel de El Coto de Gijón por su identificación con los ideales republicanos; y su madre, Rosa González de la Vega, murió en la Quinta Pedregal de Avilés, víctima de la crueldad falangista.

Huérfana y sin hermanos, fue acogida en diversos domicilios familiares aportando los ingresos que lograba como costurera. Cuando vivía en El Escamplero conoció al socialista José Lafuente, recién llegado del presidio de Celanova. Se casaron y fijaron su residencia en Mieres, villa natal de su esposo.

Un día, la Guardia Civil registra su domicilio y encuentran documentación que confirma su vinculación con el socialismo. A partir de ese momento, comenzaría un nuevo calvario para Paz, ya que su marido se "tiró al monte" y pasó a formar parte de la Guerrilla de Mata.

En 1948, la presión de control y represión se hace más leve ya que en octubre de ese año los maquis socialistas salen de Asturias, por el puerto de Luanco, hacia San Juan de Luz.

En 1962, Paz fija su residencia en Avilés para que sus hijos Francisco y Eduardo estudien. En ese tiempo, realiza frecuentes viajes a Francia para ver a su marido, vinculándose nuevamente al PSOE.

En los años 60 y 70, de forma discreta, Paz fue uno de los enlaces clave de la organización socialista entre los asturianos del interior y los de la Comisión Socialista Asturiana, con sede en Toulouse. En la Fundación Barreiro se encuentra depositada la cuidadosa relación, elaborada por ella misma, de las veces que pasó la frontera y de las cantidades, en pesetas, que trajo a Asturias en los conflictivos años 62 y 63. Siguió con ese cometido de enlace hasta la muerte del dictador en 1975.

En 1971, ya legalizada la situación de su marido con pasaporte reglamentario, se reúne toda la familia en Avilés, en la avenida de Los Telares. Allí comienzan a encontrarse con jóvenes que crearían el embrión de lo que sería la Agrupación Socialista Avilesina. En esos encuentros destacan tres personas: Nelly Fernández Arias, Tino Zapico y Marcelo Gutiérrez.

Paz, Pacita, es una de esas personas sin cuya participación y compromiso no se entendería la organización socialista, pese a que nunca llegó a tener responsabilidad orgánica ni institucional.

Fue una mujer que forjó su peripecia vital en las duras condiciones que le tocó vivir en aquellos días, meses y largos años donde primaron la venganza, la exclusión y las torturas. Paz no guardó rencor y siempre mantuvo como ideales irrenunciables la reconciliación, el entendimiento, la justicia, la igualdad y la solidaridad.

Su activismo quedará como buena muestra de ese quehacer callado y de servicio al PSOE. Descanse en paz.

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